Vuelta al ruedo para Galván, Castaño y Rodríguez en Cadalso de los Vidrios

La Copa Chenel celebró su primera semifinal y todo quedará a expensas de la puntuación del jurado para decidir el primer finalista del certamen. David Galván, Damián Castaño y Amor Rodríguez tuvieron actuaciones firmes y solventes, pero se les olvidó afilar las espadas.

El duelo ganadero entre El Estoque y Partido de Resina se lo llevó este último al lidiar dos ejemplares nobles y con posibilidades, los jugados en cuarto y quinto lugar.

El toro que abrió plaza fue un ejemplar complicado de El Estoque que lanzó más de un derrote a la altura de las hombreras del traje de David Galván. Labor de valor sordo del gaditano que se llevó un tremendo porrazo al entrar a matar.

El cuarto de Partido de Resina fue un ejemplar noble al que Galván toreó con expresión y buen gusto. Tan cómodo estaba, que al intentar un pase cambiado por la espalda, el toro le levantó los pies y le propinó después una soberana paliza sobre el ruedo. El toro se levantó en dos ocasiones tras una estocada tendida y suelta y Galván llegó a escuchar dos avisos. Dio una vuelta al ruedo sin embargo.

Damián Castaño tuvo enfrente en primer lugar un toro tan noble como falto de apoyos. Se protestó al toro de la familia Quintas, que el palco mantuvo en el ruedo. Labor templada y asentada que coronó de una estocada a paso de banderilla tomando muy en largo al toro que cayó delantera. Dio una vuelta al ruedo.

El “pablorromero” que hizo quinto tuvo un buen fondo de nobleza que desarrolló mejor cuanta más distancia le daba el salmantino. Le faltaron finales al toro, que aún así, se dejó mucho en el último tercio. Pinchó en dos ocasiones antes de la estocada y todo quedó en silencio.

La de Cadalso era la tercera corrida de la carrera de Amor Rodríguez. Tras su buena imagen en la clasificatoria de El Alamo, el de Torrejón de Ardoz volvió a dejar constancia de su sentido del temple con su primero de El Estoque. Le cogió el punto al toro y lo toreó con cadencia y ritmo. Dio una vuelta vuelta al ruedo tras recibir un golpe en la nuez cuando atacó con la espada.

El sexto de Partido de Resina fue el más complicado del trío del hierro marismeño. Se la jugó el madrileño y robó muletazos de mérito. Pero la espada no viajó certera hasta el cuarto intento.