El triple asesino de Teruel, más conocido como Igor el ruso, había llegado en bicicleta a España tres meses antes de cometer los asesinatos.
Está acusado de matar a sangre fría a dos guardias civiles y un ganadero a principios de diciembre. Él mismo ha señalado que es un hombre muy religioso y que se pasaba cuatro horas al día leyendo la Bibilia.
Durante la huida se emborrachó tanto que se quedó dormido con el arma encima del cuerpo. El presunto asesino tiene formación paralimitar y, según sus palabras, está “preparado para la guerra”.