Hay que decirlo. Ha podido comenzar la terrible temporada del balconig y el absurdo y peligrosísimo juego de lanzarse desde los balcones de los apartamentos turísticos a la piscina. Las consecuencias son terribles. O muerte o graves secuelas craneales de extrema gravedad. Los últimos sucesos coinciden en que se trata de jóvenes de 19 y 24 años, chicos en el 97% de los casos y de nacionalidad británica en un 61%.
La última víctima: un joven turista irlandés de unos 20 años de edad que falleció este fin de semana tras caerse de uno de los pisos de unos apartamentos turísticos de la calle Torre Nova de Magaluf. En el mismo edificio de apartamentos también falleció, tras caer al vacío, una joven escocesa de 19 años el pasado mes de abril.
Precisamente, esta trágica moda ha despertado la alrma en el gobierno británico. De hecho un médico español que trabaja en Mallorca ha grabado unos vídeos informativos para advertir a los turistas ingleses acerca de los riesgos de la práctica del «balconing».