Se trata de la primera tienda de turrones de Madrid y tiene la friolera de 172 años. Lo fundó un Mira, de nombre Luis, allá por el año 1842. Tenía 21 años y abandonó su Jijona natal para probar suerte en Madrid. Ahora lo regenta la sexta generación de la misma familia. Sus turrones son artesanales 100% y conocidos a nivel mundial. Es fácil encontrar en su pequeño establecimiento de la Carrera de San Jerónimo a turistas y curiosos provenientes de todos los rincones del planeta preguntando por uno u otro turrón, por este o ese sabor; pidiendo recomendación a alguna de las trabajadoras que atienden al público sin descanso durante las fechas navideñas.