Antonio Carmona y Mariola Orellana: un amor a lo Romeo y Julieta

Antonio Carmona es gitano y se casó con una paya, Mariola Orellana. Él de Granada. Ella de Sevilla y de buena familia. Las diferencias entre ambos eran muchas, por lo que la gente de sus entornos les aconsejaba que no se juntasen. Pero ellos hicieron oídos sordos y decidieron luchar para hacer realidad su historia de amor.

Antonio y Mariola se enamoraron en el barrio de Huertas. “Este era nuestro barrio, donde nosotros nos conocimos y donde nos enamoramos. Aquí veníamos y esto era…”, comenta Mariola emocionada.

Esta zona es muy especial para la pareja. Incluso fue aquí donde se dieron su primer beso. Fue en el tablao flamenco Villa Rosa, un local que solían frecuentar.

“Me quedé loca con este y aquí sigo treinta años después”, cuenta Mariola, que recuerda que sus amigas pensaban que estaba loca por ir detrás de Antonio. Lo mismo los gitanos, que le decían que ellos solo se iban con gitanas y que, por eso, no le iba a hacer caso. “Pero yo soy muy de idea fija. Yo decía “este es para mí” y este es para mí”.

Si los amigos ya desaconsejaban la unión, la familia se lo tomó aún peor. “Creíamos que iba a haber sangre”, bromea Antonio. Enfrentamiento no hubo, pero sí que les dejaron de hablar, ya que no aceptaban el romance.

Al enterarse de la noticia, la madre de Antonio decía que se iba a matar y el padre de Mariola le decía a su hija que los gitanos nunca la iban a querer. “A mí me da igual que no me quieran los gitanos. Con que me quiera él me da igual que ellos no me quieran”, le contestó Mariola.

Sin embargo, ellos no se deprimieron si se echaron atrás ante la negativa familiar. “Fue el mejor año de nuestras vidas, cuando nos dejaron de hablar tu familia y la mía. Yo era feliz”, confiesa Antonio.

Con el paso del tiempo, Antonio consiguió ganarse la confianza de la familia de Mariola. Un aproximamiento que el cantante recuerda con humor: “Al que me gané fue a mi suegro. Le compré el Canal + y, por ahí, me libré”.