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Para Boris Izaguirre, su madre fue una de las personas más importantes de su vida. Ella le ayudó con su problema de dislexia, le apoyó cuando confesó que era homosexual y estuvo a su lado cuando sufrió una agresión sexual siendo todavía un niño.

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Boris nació en un Caracas complicado para un niño amanerado. La realidad de la calle era muy dura y tuvo que convivir con el acoso en innumerables ocasiones. Sin embargo, su madre planteó esta relación de Boris con su sexualidad como una lucha por la libertad. “Mi mamá siempre me dijo: “No finjas nunca. No dejes nunca de ser libre””, recuerda Boris.

“No finjas nunca. No dejes nunca de ser libre”

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Boris sufrió una agresión sexual grupal cuando tan solo tenía trece años. Pero él, más que destacar la violación, considera que lo destacable es contar lo que pasó después. “La agresión es inevitable, no la puedes cambiar. Pero lo realmente increíble fue la actitud de mi madre”, explica el presentador.

“Lo que no podemos permitir es que esto que ha pasado entorpezca el recorrido y el discurso que hemos construido los dos”, le dijo su madre. “No puedes atormentarte por esto. No puedes vapulearte ni humillarte más de lo que ha pasado. Tú tienes que salir de ello”.

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La madre de Boris le explicaba que “siempre hay una luz al final del túnel” y que él tenía que dirigirse “hacia ella”. Y también le dijo algo que fue muy importante para poder superar este trauma: “No permitas que la violación destruya lo que eres y lo que juntos hemos construido”.

El mensaje logró calar en aquel joven Boris y el suceso de la violación “no afectó a mi decisión sexual ni a mi búsqueda sentimental ni a mi confianza en la gente”.