(Actualizado

“Por un hijo somos capaces de cualquier cosa: desde madrugar en fin de semana a aprendernos la canción del Pollito Pío. Pero el caso de Andrés es distinto. Nuestro protagonista hizo algo mucho más especial por su hijo. Por su hijo y por los hijos de muchos otros”.

Así ha presentado Florentino Fernández a Andrés, presidente de la A. D. Complutense Alcalá y el protagonista de una de las historias que Vidas de cine ha grabado en la madrileña localidad de Alcalá de Henares.

A. D. Complutense Alcalá | Redacción

El hijo de Andrés, que también se llama Andrés, pertenecía al equipo de fútbol de un colegio y no tenía entrenador. Un día le preguntó a su padre si les podía entrenar. “Sin dudarlo ni un segundo dijo que sí”.

El problema llegó cuando este grupo de chavales acabó el colegio: el equipo no podía continuar. Y ellos querían seguir jugando juntos.

Fue entonces cuando Andrés habló con el ayuntamiento para que le cedieran unos terrenos. Esos solares en los que no había nada más que campo son los que se acabarían convirtiendo en el campo de fútbol del A. D. Complutense Alcalá.

“Un padre niveló todo el terreno y nosotros compramos los tubos de hierro, los cortamos, los soldó mi padre e hicimos las porterías”, explica Andrés.

José Vicente, exjugador del club, recuerda emocionado “a los padres como albañiles subidos a los andamios, construyendo los vestuarios, poniendo ladrillo a ladrillo… Fue una historia muy bonita”.

Antiguo equipo de la A. D. Complutense Alcalá | Redacción

Aunque había jugado, Andrés reconoce que en aquellos tiempos tenía poca idea del fútbol a nivel organizativo. “Pero los padres estaban mucho peor que yo. Como yo era el entrenador, confiaron en que yo tomara la iniciativa a la hora de gestionar”.

Y así, en marzo de 1991 registró el club en la Comunidad de Madrid y todo empezó a funcionar.