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“El talento y el buen hacer de Jesús estaban logrando que el restaurante ‘La casa del pregonero’ fuera la casa favorita de muchos vecinos de Chinchón. Todo iba sobre ruedas hasta que llegó una noticia inesperada”.

Así ha presentado Florentino Fernández la primera de las historias chinchonetas de este programa que Vidas de cine ha grabado en Chinchón.

Jesús nació con vocación de cocinero. Desde pequeño siempre andaba metido en la cocina y, de mayor, estudió en la Escuela de Hostelería. “Disfrutaba con la cocina”, recuerdan Jesús y María Jesús, sus padres.

“‘La casa del pregonero’ revolucionó la cocina tradicional de Chinchón”

Todo iba de maravilla hasta que, unos meses después de abrir ‘La casa del pregonero’, le diagnosticaron cáncer. A pesar del tratamiento, Jesús siguió creando nuevas ideas para sus platos mientras luchaba contra la enfermedad, una enfermedad que no logró superar.

Jesús Hernández, chef de 'La casa del pregonero' | Redacción

Miriam, hermana de Jesús, no estaba dispuesta a que el sueño de su hermano se perdiera y quedara solo como un recuerdo. “Antes de fallecer le dije que lo sacaría adelante”.

En ese momento Miriam detuvo su vida para vivir la de su hermano. Un inmenso acto de generosidad y amor, ya que abandonó su sueño para que sus padres vieran el de Jesús hecho realidad.

Aunque Miriam no sabía de cocina, la promesa que le hizo a su hermano le impulsó para dar lo mejor de sí misma y acabó revelándose como una gran cocinera.

“Muchas veces he sentido muchísimo miedo y, además, he estado a punto de tirar la toalla porque pensaba que yo no valía para esto. Es una profesión muy difícil que tienes que respetar y conocer”, cuenta Miriam.

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Todos sus logros le valieron a Miriam el reconocimiento en 2019 como embajadora del Producto Certificado de la Comunidad de Madrid.