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No es difícil de adivinar que Leo es de buen diente. Además, sabemos que le encanta comer pan y que a lo largo de su etapa profesional fue panadero. De ahí que los niños le retasen a amasar en el aula.

Como el pan de hoy en día, ya no es como los que antiguamente se horneaban, uno de los peques le pidió a Leo que le ayudase a hacer un buen pan en plena clase.

Prepararon la masa, y con la ayuda de los niños, de harina y de un buen rodillo consiguieron hacer una barra de pan, que tenía muy buena pinta y según nos contó el pequeño Lucas “huele fenomenal, huele muchos a pan”.

Durante la preparación Leo nos contó que madrugaba mucho cuando trabajaba de panadero. Se levantaba en torno a las 5 de la mañana. A pesar de todo, reconoce que fue una etapa muy bonita.