Jordi Pujol, al igual que los otros expresidentes de la Generalitat, tiene derecho a muy lucrativos privilegios: una generosa pensión vitalicia, derecho a una oficina con empleados a su disposición, seguridad y coche con chófer; además la Generalitat le concede subvenciones a la Fundación privada que lleva su nombre. Es, de hecho, el expresidente catalán más caro de mantener. En ello hemos puesto hoy el ZOOM de Telemadrid.