El aumento de los Trastornos de Conducta Alimentaria (PIATCA) tras la pandemia de Covid-19, especialmente entre adolescentes, ha impulsado a hospitales públicos como el Santa Cristina y el Gregorio Marañón de la Comunidad de Madrid a crear el nuevo Proceso Integrado de Atención a las personas que padecen esta patología.
El consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, ha visitado este dispositivo asistencial en el hospital Santa Cristina y ha destacado que esta "alianza estratégica" permitirá "una única puerta" para "una asistencia integral ajustada a las necesidades individuales de cada persona". Además, esta atención a personas con anorexia, bulimia nerviosa o trastornos por atracón recibirán además una mejor continuidad asistencial tanto en el caso de régimen ambulatorio como de hospitalización parcial y, al tiempo, se establece un único equipo de profesionales sanitarios para esa tarea.
Los trastornos de conducta alimentaria (TCA) han aumentado de manera importante por la pandemia, afectando cada vez más a personas más jóvenes, con estudios internacionales que apuntan a incrementos del 30%, ha apuntado el doctor Celso Arango, jefe de Psiquiatría Infantil del Hospital Gregorio Marañón. Estos trastornos son un grupo de problemas mentales que se manifiestan en una relación alterada con la ingesta de alimentos o con comportamientos extremos de control de peso. Según ha descrito el consejero, la mayoría de las personas atendidas en esta unidad son mujeres, aunque también hay hombres, con mayoría de edad. Se calcula que entre el 1 y el 4% de estos sufren TCA con distintos niveles de gravedad, la mayoría mujeres.
Tratamiento individual
La gravedad de cada paciente indicará su tratamiento en los distintos dispositivos con los que cuenta el Servicio Madrileño de Salud, desde los Centros de Salud Mental a, por ejemplo, el Hospital de Día. En este sentido, 478 pacientes con anorexia y 148 con bulimia fueron ingresados en la Comunidad en 2021.
En esta línea, con este recurso se eliminan los trámites administrativos y burocráticos cuando una paciente necesita, por ejemplo, ser atendido en un Programa diferente al que provocó su primer ingreso en el Proceso.
"Con este Proceso Integrado, --ha destacado Ruiz Escudero-- se cumple uno de los retos del Plan de Salud Mental 2022/2024, dado que se crea una única puerta de entrada al proceso, maximizando la continuidad de cuidados y evitando duplicidades y un programa de tratamiento individualizado de las personas que ingresan en el dispositivo".
En concreto, esta iniciativa surge de la alianza de los profesionales que trabajan con pacientes adultos en la Clínica de Trastornos de la Conducta Alimentaria del Instituto de Psiquiatría y Salud Mental del Marañón y en la Unidad de Hospitalización de Día para Trastornos de la Conducta Alimentaria del Santa Cristina, consiguiendo la optimización de recursos altamente especializados en esta materia.
Funcionamiento
Este trabajo de equipo comienza con la inclusión en el PIATCA de las personas que son derivadas desde otros dispositivos sanitarios: Centros de Salud Mental, otros servicios hospitalarios del Gregorio Marañón y desde el Hospital público Infantil Niño Jesús, asegurando así la transición de niños a adultos en esta atención.
Una vez incluido en el Proceso se considera que el paciente está en seguimiento por el equipo de profesionales, sin distinción de centros y sin que se precise ningún otro procedimiento administrativo para su tratamiento bien en régimen ambulatorio o de hospitalización de día.
El PIATCA está formado por los profesionales que abordan de forma multidisciplinar los trastornos de la alimentación: psiquiatras, psicólogos clínicos, endocrinólogas, nutricionistas, terapeutas ocupacionales, enfermeras, auxiliares de enfermería y auxiliares administrativos, que establecen un programa individualizado de las personas que ingresan en el dispositivo, fijando un profesional de referencia para cada paciente y el subproceso asistencial en el que se le va a tratar.
En todo el proceso es fundamental la presencia de la familia, que también recibe asesoría por los profesionales y toma parte en distintas acciones.
Programas ambulatorios y hospitales de día
El PIATCA permite adaptar el tratamiento del TCA con diferentes niveles de intensidad según la gravedad del problema y el tránsito de los enfermos entre esos niveles en función de su evolución.
Cuenta así con el programa Clínica TCA, especialmente destinado a aquellos con una instauración reciente de los síntomas, con visitas de psiquiatra, psicólogo clínico, enfermera e intervención psicoeducativa en grupo con una periodicidad mensual junto con una consulta de orientación personal semanal.
La asistencia tendrá dos vertientes fundamentales: una ambulatoria y otra de hospitalización parcial. La primera de ellas, que se compone de los recursos ambulatorios preexistentes tanto en el Marañón como en Santa Cristina, atenderá a las pacientes diagnosticadas de TCA de larga evolución cuya gravedad permite obtener mejorías y una evolución favorable merced a intervenciones tanto individuales como grupales
La segunda se sustancia en el Hospital de Día preexistente en el Santa Cristina, y se ocupará de personas cuya gravedad sintomática les impide un funcionamiento normalizado a nivel familiar y social y que precisan una atención intensiva tanto en turno de mañana como de tarde, en la que son tratados de manera individual, grupal, familiar y nutricional e incluye un comedor Terapéutico.