Acné | EUROPA PRESS
(Actualizado

Científicos del laboratorio de Biología Sintética Traslacional de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) han conseguido manipular la bacteria cutánea 'Cutibacterium acnes' para que produzca y segregue una molécula terapéutica capaz de tratar el acné y que se ha validado en ratones.

Publicados hoy en Nature Biotechnology, los resultados de la investigación, liderada por la UPF, muestran que se ha logrado editar el genoma de la bacteria de la piel 'Cutibacterium acnes' para que segregue y produzca la proteína NGAL, conocida por ser un mediador del fármaco contra el acné, la isotretinoína, que ha demostrado reducir el sebo al inducir la muerte de los sebocitos.

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"Hasta ahora, la bacteria de la piel 'Cutibacterium acnes' se consideraba intratable" por lo que "era increíblemente difícil introducir ADN y conseguir que produjera o secretara proteínas a partir de un elemento insertado en su genoma", ha explicado la primera investigadora del estudio, Nastassia Knödlseder.

La universidad ha detallado que los investigadores insistieron en editar el genoma de esta bacteria porque es atractiva para la biología sintética para tratar enfermedades de la piel, dado que reside en el interior de los folículos pilosos, prácticamente donde se libera el sebo, también por su importancia para la homeostasis de la piel, su estrecho contacto con dianas terapéuticas relevantes y el hecho de que se haya demostrado que se injerta con éxito cuando se aplica a la piel humana.

Validada en la piel de ratones, diferente a la humana

La investigación ha determinado que la aplicación de este tipo de bacterias podría tratar el acné sin comprometer la homeostasis de todo el microbioma cutáneo. De momento, la bacteria manipulada se ha probado en líneas celulares de la piel y su administración se ha validado en ratones.

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Cuando la bacteria sintética resultante se aplica en la piel de los ratones, ésta vive y produce la proteína de interés, sin embargo, la piel de estos animales "no es comparable a la de los humanos" porque "tiene más pelo, es más suelta, tiene menos lípidos y un mecanismo de sudoración distinto", ha advertido la universidad.

Por ello, ha indicado que para avanzar "es necesario probar la nueva bacteria en un modelo alternativo, que represente mejor la piel humana, como los modelos de piel en 3D".

Liderado por el Laboratorio de Biología Sintética Traslacional del Departamento de Medicina y Ciencias de la Vida (MELIS) de la UPF, también participan en el estudio científicos del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL), la Universidad de Barcelona, el Servicio de Tecnología de Proteínas del Centro de Regulación Genómica, Phenocell SAS, Medizinische Hochschule Brandenburg Theodor Fontane y las Universidades de Lund y Aarhus.