Un hombre se refresca en una fuente durante una ola de calor | Europa Press
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Un golpe de calor (también conocido como insolación) es el efecto del sobrecalentamiento del cuerpo, generalmente ocasionado por una excesiva exposición al sol o a temperaturas muy altas durante periodos prolongados de tiempo y la incapacidad del cuerpo de regular su propia temperatura.

Los efectos de un golpe de calor suelen durar unas horas, pero si no se trata a tiempo puede resultar grave, causando graves perjuicios para la salud.

Por norma, cuando sube la temperatura, el cuerpo suda para ayudarnos a bajarla. Pero si alcanza una temperatura demasiado elevada (puede llegar a alcanzar los 40°C o más), puede ocurrir que no sea capaz de producir sudor lo suficientemente rápido para enfriarnos antes de que empecemos a encontrarnos mal.

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El riesgo de sufrir un golpe de calor aumenta considerablemente durante el verano, pero puede suceder en cualquier momento, especialmente si has hecho ejercicio muy intenso.

Las personas de edad avanzada, los niños, los pacientes de ciertas enfermedades crónicas o las personas con sobrepeso son más vulnerables a los efectos del calor en el organismo.

El golpe de calor requiere tratamiento de urgencia ya que, si no se trata de manera adecuada, puede dañar rápidamente el cerebro, el corazón, los riñones y los músculos. El daño empeora cuanto más se retrasa el tratamiento, lo que aumenta el riesgo de sufrir complicaciones graves e incluso, en situaciones extremas, la muerte.

CÓMO IDENTIFICAR UN GOLPE DE CALOR

A medida que las temperaturas suben, es importante mantenerse alerta ante los signos que una persona puede estar experimentando y que pueden deberse a un golpe de calor o una insolación.

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Los efectos del golpe de calor suelen comenzar con pequeñas molestias como un calambre o una leve fiebre, pero se transforman rápidamente, por lo que es conveniente saber identificarlos para poder tomar medidas cuanto antes. Hay que esatr especialmente alerta ante estos síntomas:

  • Temperatura corporal alta. Una temperatura corporal de 40ºC o más, obtenida con un termómetro rectal, es el principal signo de insolación.
  • Mareo y desorientación. La insolación puede provocar confusión, agitación, dificultad para hablar, irritabilidad, delirio, convulsiones y coma.
  • Es posible que sufra un repentino dolor de cabeza, cuya intensidad puede ir en aumento con el paso del tiempo.
  • Alteración en la sudoración. En caso de insolación provocada por el clima cálido, su piel se sentirá caliente y seca al tacto. Sin embargo, en caso de insolación provocada por un ejercicio extenuante, la piel puede sentirse seca o ligeramente húmeda.
  • Es posible que sienta naúseas, malestar estomacal o vómitos.
  • Piel enrojecida. Su piel puede enrojecerse a medida que aumenta la temperatura de su cuerpo.
  • Pulso o respiración acelerados. Su respiración puede volverse rápida y superficial y su ritmo cardíaco acelerado. Su pulso puede aumentar significativamente porque el estrés por calor supone una carga tremenda para su corazón para ayudar a enfriar su cuerpo.
  • Alteraciones del apetito. Puede experimentar una pérdida repentina del apetito y una sed insaciable.

    Conviene recordar que en muchas ocasiones la persona que sufre el golpe de calor no tiene la capacidad para detectar los síntomas por sí misma, alertar sobre su estado o pedir ayuda. Es frecuente que se sienta débil o que no pueda moverse, por lo que es especialmente importante vigilar a las personas de riesgo.

    ¿CÓMO BAJAR LA TEMPERATURA CORPORAL?

    Lo más importante a la hora de enfrentarse a una insolación es recordar que hay que buscar atención médica inmediatamente si los síntomas duran más de 30 minutos.

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    El objetivo prioritario cuando una persona sufre un golpe de calor es intentar bajar su temperatura corporal a 37º. Si los síntomas acaban de aparecer, hay ciertas cosas que podemos hacer para tratar el golpe de calor:

    • Hidrátate. Rehidratarse es muy importante, así que debes beber tanta agua como puedas. Las bebidas isotónicas también son buenas para reponer los electrolitos que el cuerpo pierde por el exceso de sudoración. Si nos encontramos con una persona que ha sufrido un golpe de calor y está consciente, ofrécele agua para que beba poco a poco.
    • Muévete a un lugar más fresco. si has estado sentado directamente al sol, prueba a moverte a la sombra o a una zona  bien ventilada o con aire acondicionado para que tu cuerpo se enfríe. Si estás en un lugar interior, puedes quitarte prendas de ropa.
    • Enfríate con cualquier medio disponible. colócala en una bañera con agua fría o en una ducha fresca, rocíala con una manguera de jardín, pásale una esponja con agua fresca, abanícala mientras la rocías con agua fresca, o colócale compresas de hielo o toallas húmedas y frías sobre la cabeza, el cuello, las axilas y la ingle.
    • Túmbate. Intenta no hacer ningún esfuerzo físico mientras te recuperas, ni siquiera caminar. Todo cansancio hará que la temperatura de tu cuerpo suba aún más y eso es lo que quieres evitar a toda costa.

      Recuerda que un golpe de calor se considera una emergencia médica, así que si pruebas estos métodos y no mejoras, debes llamar a emergencias y recibir atención médica inmediata.

      ¿SE PUEDE PREVENIR?

      Existen algunas pautas que pueden ayudar a prevenir y evitar que se produzca un golpe de calor.

      • Evitar la exposición prolongada al sol. Las quemaduras por el sol afectan la capacidad del cuerpo para enfriarse, por ello, debes protegerte con un sombrero de ala ancha y gafas de sol, y utilizar un protector solar de amplio espectro con un factor de protección solar de, al menos, 15 cuando estés al aire libre. Aplícate abundante cantidad de protector solar y vuelve a aplicarlo cada dos horas, o con más frecuencia si nadas o sudas. 
      • Vestir ropa holgada, fresca y de colores claros y usar gorros o sombreros. Usar demasiada ropa o ropa que es muy ceñida no permite que el cuerpo se enfríe de forma adecuada.
      • Hidratarse regularmente con líquidos y alimentos adecuados. Bebe mucho líquido. Mantenerte hidratado ayudará a tu cuerpo a sudar y a mantener una temperatura normal.
      • Buscar la sombra y lugares frescos. Evitar salir a la calle al mediodía.
      • No dejar nunca a nadie dentro de un coche estacionado. Las altas temperaturas son causa frecuente en los niños de muerte asociada al calor. Cuando estacionas al sol, la temperatura en el automóvil puede elevarse más de 11 °C en 10 minutos.
      • No realizar actividad física entre las 12 y las 16 horas. Trata de programar los ejercicios o el trabajo físico para los momentos más frescos del día, como temprano por la mañana o en la noche. Limita el tiempo que pasas trabajando o haciendo ejercicios cuando hace calor hasta que te hayas aclimatado. 
      • Tomar precauciones adicionales con determinados medicamentos. Presta atención a los problemas relacionados con el corazón si tomas medicamentos que afectan la capacidad del cuerpo para permanecer hidratado y disipar el calor.
      • Tomar agua o bebidas frescas, bajas en azucares, no gasificadas. Evitar consumo de bebidas alcoholicas y cafeína.No beber líquidos excesivamente fríos.
      • En caso de no contar con aire acondicionado en el hogar, permanecer en los pisos bajos o en las habitaciones más frescas de la vivienda y fuera de la luz del sol, cubrir las ventanas que reciben el sol por la mañana o la tarde, con cortinas, toldos o persianas y abrir las ventanas durante la noche.
      • Cuidar tu alimentación. Preparar comidas equilibradas, ligeras y regulares. Evitar las comidas calientes, copiosas y de digestión lenta. Aumentar el consumo de frutas de verano y verduras que aportan al organismo líquidos y sales minerales. Beber bastante agua, jugos o líquidos con sales minerales con frecuencia, aunque no se sienta sed (1 0 2 vasos de líquido cada hora).
      • Cuidar a otros. Las personas mayores o enfermas que vivan solas deben estar acompañadas y recibir ayuda diariamente.