La depresión se ha convertido en una de las enfermedades más comunes en los últimos años en las sociedades modernas, y en especial en los países más industrializados del planeta.
El ritmo de vida, el entorno laboral cada más competitivo, la falta de motivación o no encontrar un sentido a la vida, así como el contraste entre la educación recibida y el desencanto con el mundo real unido a otras circunstancias externas pueden llevarnos a caer en esta enfermedad.
La pandemia de Covid-19 que comenzó en España oficialmente con los confinamientos de marzo de 2020 no han hecho sino aumentar el número de casos tanto en nuestro país como en el resto de países europeos.
Según los expertos son varias las causas que pueden llevarnos a una depresión:
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Enfermedades orgánicas: se ha establecido una relación directa entre algunas enfermedades y la depresión. Es el caso de aquellas que son degenerativas y que se prologan en el tiempo, en la que el paciente es consciente del deterioro que va sufriendo, tales como el Parkinson. También la tuberculosis o el cáncer.
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Factores biológicos: Consecuencia de alteraciones en los n
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Factores psicosociales: Estrés provocado por el ritmo de vida, la carga de trabajo y el entorno laboral, ruptura de una relación sentimental o afectiva, fallecimiento de un ser querido, etc.
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Factores de la personalidad: Rasgos propios de la persona que le hacen tener una tendencia a la depresión, visión negativa de la vida y del futuro, falta de esperanza y de motivación.
Son varios los síntomas que nos pueden indicar que estamos en una depresión, en mayor o menor grado, o a las puertas de caer en ella.
Como indican lo psicólogos es importante, al igual que en el resto de enfermedades, poderla detectar a tiempo para poder iniciar cuanto antes el tratamiento y evitar así que la salud física y mental del paciente empeore.