La ciencia sí es cosa de niños
Una docena de recursos para que los más pequeños se acerquen a la ciencia a través del juego y la experimentación
La ciencia nos rodea. Desde hundir un barquito en la bañera hasta montar una torre gigantesca de bloques de madera sin que se caiga, todo (o casi) tiene una explicación científica. Y los niños y las niñas lo descubren de manera natural, con ojos de asombro e ilusión.
Para los boomers fueron los míticos Mineranova o Quimicefa, pero los recursos que tienen hoy los más pequeños de la casa para acercarse a la ciencia son infinitos. Desde juegos de mesa hasta canales de YouTube para hacer experimentos caseros, pasando por las experiencias que ofrecen los museos.
Si tienes un "calculín" en casa, estas son algunas de las opciones para fomentar aún más su curiosidad. Y más ahora, que hay que pasar más tiempo en el hogar.
TheDadLab
TheDadLab, con más 3,5 millones de seguidores en Facebook y 1,2 millones de suscriptores en YouTube, se ha convertido en un centro de referencia para hacer ciencia sencilla y divertida en casa. Sergei Urban les propone a sus hijos Max y Alex todo tipo de retos para jugar con la ciencia. Y todo casero y fácil.
ExpCaseros
Para algo más mayores son los experimentos que proponen Mayden y Natalia, todo un fenómeno viral que surgió hace ya ocho años y que cuenta ya con una comunidad de 11 millones de seguidores en YouTube. Eso sí, sus trucos y locuras, mejor con la supervisión de adultos.
Juegos
Quién no recuerda el famoso circuito eléctrico con pila de petaca y bombilla minúscula sobre una tabla de marquetería. Ahora el catálogo es mucho más amplio y hay muchos kits de juguetes que pueden tener entretenido al más inquieto de los pequeños.
Un paquete de bloques eléctricos para niños de entre 5 y 8 años, con 58 pequeños proyectos dirigidos, es uno de los mejor valorados en la plataforma de compras online Amazon. Contiene pequeñas piezas que se unen entre sí que sirven para descubrir como funcionan cuestiones básicas como la electricidad o el magnetismo.
Un laboratorio de química en miniatura dirigido a niños de entre 5 y 11 años con más de 10 experimentos y todo tipo de detalles, ¡incluida bata de laboratorio!, o también, para un poco más mayores, otro kit, en este caso con 100 experimentos de todo tipo, son otros de los juegos más valorados.
Libros
En el apartado literario, también son múltiples las opciones para niños sin necesidad de aterrizar de golpe en Asimov. 'Descubro la ciencia' (editorial Usborne) propone más de 50 actividades y experimentos para descubrir los secretos de la ciencia y fabricar objetos voladores y saltarines. Y Destino invita a romper un libro, eso sí, con un motivo: 'Destroza también este libro en nombre la ciencia' contiene en su interior maquetas extraíbles y diferentes proyectos para construir recortando, rompiendo, arrancando... pero con permiso.
Son sólo dos de los títulos más manipulativos de la gran oferta con que cuentan las librerías en sus estantes y en sus espacios online. Destacamos además otro que no sólo habla de ciencia, sino que reivindica el papel de la mujer en la investigación. 'Las chicas son de ciencias' (editorial Montena) repasa 25 figuras de mujeres científicas, desde Agnódice, la primera médica conocida de la historia, hasta Rosalind Franklin, la química que descubrió la estructura del ADN.
El museo, la experiencia clásica
De todas formas, la liturgia de ir al museo sigue manteniendo cierta mística. Planear una visita, entrar en el lugar, experimentar en vivo con los propios ojos y las manos, es siempre un momento de asombro y descubrimiento para los más pequeños.
Madrid cuenta con un buen número de museos dedicados a algunas ramas que no son plenamente científicas, pero que ofrecen un paseo por la historia del ser humano y de su desarrollo. El Antropológico, el Arqueológico, el Museo del Ferrocarril o el Naval, son algunos de los más conocidos y visitados.
Sin embargo, otros como el Planetario son siempre una apuesta segura para ver cómo los niños abren la boca mirando a las estrellas. Con motivo del covid, en la actualidad las actividades y los aforos se han visto limitados pero el centro mantiene abiertas sus puertas ofreciendo sus atractivas proyecciones.
Mientras, el Museo Nacional de Ciencia y Tecnología, en su sede de Alcobendas, cuenta con miles de objetos entre instrumentos científicos, aparatos tecnológicos, vehículos de transporte, máquinas y herramientas industriales, desde el siglo XVI hasta la actualidad. También tiene su propio planetario y ofrece talleres y conferencias, igualmente con limitaciones en las actuales circunstancias.
Lamentablemente, uno de los más espectaculares y atractivos para los niños, el Museo del Robot, permanece cerrado desde el inicio de la pandemia.
La ciencia viene a casa
En los últimos tiempos incluso han surgido diferentes iniciativas para llevar la ciencia a casa o a las clases. Pequeñas empresas como Mr. Willbe, Escuelab, Ciencia y Lapicero o Ciencia Divertida ofrecen talleres en colegios, extraescolares o cumpleaños científicos con el objetivo de que los niños aprendan jugando.
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