Se cumplieron las previsiones meteorológicas y la lluvia acabó cancelando las principales procesiones del Jueves Santo en Madrid.
Hasta el último momento las hermandades estuvieron aguantando, mirando el cielo y consultando las aplicaciones móviles para finalmente cancelar las salidas.
El Gran Poder y la Esperanza Macarena se quedaron en la Colegiata de San Isidro ante la consternación de los cofrades y costaleros.
Tristeza también en el Colegio Calasancio al comunicar que El Divino Cautivo sería venerado en el interior del centro, en el altar montado con celeridad por los miembros de esta hermandad.
En la Iglesia de San Pedro El Viejo, misma decisión de no procesionar por el casco antiguo de Madrid.
Los congregados en la calle del Nuncio tuvieron, al menos, la posibilidad de contemplar la siempre asombrosa salida y regreso de Jesús El Pobre y posteriormente la de María Santísima del Dulce Nombre en su Soledad
En Alcalá de Henares si salió la procesión del Cristo de los Doctrinos y Nuestra Señora de la Esperanza, pero a los pocos metros se detuvo y se cubrió la valiosísima talla del crucificado con un plástico para intentar proseguir.
La lluvia incesante y lo avanzado de la tarde llevó a la junta de la hermandad a decidir el regreso a su templo de la calle Colegios.