Un hombre sale de una administración de lotería | EUROPA PRESS
(Actualizado

Es el sorteo que une, dice siempre Loterías y Apuestas del Estado, refiriéndose a la Lotería de Navidad. Es tradición compartir números con familiares y amigos de cara al sorteo del 22 de septiembre y por ello siempre hay que tener en cuenta varios consejos para que luego no haya problemas en el momento de que haya posibles premios por medio.

Un consejo importante y clave: el depositario, quien guarde el décimo, debe entregar un documento firmado en el que aparezca el número en juego, el nombre con quien comparte el décimo y la cantidad que juega esa persona. También sirve una fotocopia del décimo con la firma del depositario que indique la cantidad y el nombre de la otra persona. Es decir, debe estar bien documentado quién juega y cuánto con cada décimo.

En la era de los móviles que vivimos, ya que se comparten muchos décimos por ejemplo vía Whatsapp, puede aparecer reflejado el décimo en una foto y se indica el importe que juega el destinatario de ese mensaje.

Cómo cobrar el premio

También es de destacar que a la hora de cobrar el décimo, no debe hacerlo una sola persona. Hay que identificar en el banco a cada ganador y su porcentaje de participación en un décimo. Por eso es importante que acudan al banco todos los titulares del premio para identificarse en la entidad financiera. Si el grupo es numeroso y voluntariamente los agraciados así lo prefieren, pueden designar un representante para realizar las gestiones en nombre de todos. Este apoderamiento debe conferirse en documento público ante un notario, ya que hablamos de importes elevados (más de 2.000 euros), lo que requiere tener certeza de a quién y por qué se paga.

De otra forma, Hacienda podría considerar el reparto como una donación y a obligar al pago del impuesto correspondiente. Hay que recordar que este año hay un máximo exento en los premios: 40.000 euros.

En caso de que el décimo se pierda habrá que comunicarlo a Loterías y Apuestas del Estado y denunciarlo ante la Policía Nacional o la Guardia Civil, con el mayor número de datos posible. Con la denuncia se podrá paralizar el pago hasta que el juez resuelva quién es el verdadero dueño.