La participación de Elon Musk, jefe de la red social X antes Twitter, en el proyecto político de Donald Trump como director del Departamento de Eficiencia Gubernamental que asesorará al presidente de EE.UU. en recortes del gasto público, ha provocado reacciones a favor y en contra del magnate y de su polémica plataforma de contenidos.
Para unos, El "abuso político" en X es un fenómeno global, generalizado y trasversal, tal y como sugiere un estudio realizado con datos de nueve países, entre ellos España.
La publicación este jueves de la investigación -que usa datos de 2022- en la revista científica Nature Communications coincide con la decisión de los periódicos La Vanguardia y el británico The Guardian de dejar de publicar en X.
Se confirma -dicen los autores- que la tendencia se extiende por todos los países, lo que apunta a una sociedad en la que 'el otro' solo se ve como un oponente, y la escucha se reserva para los aliados.
El estudio sugiere además que esa tendencia pueden haber empeorado desde que Musk se hizo cargo de la red social.
¿ES "INTELIGENTE" DEJAR 'X'?
Por otro lado, expertos en Comunicación tienen dudas sobre si abandonar X por la proliferación de contenidos desinformativos, como han hecho La Vanguardia o The Guardian, es una decisión acertada ya que dejaría el campo libre a los bulos.
Ramón Salaverría, catedrático de Periodismo en la Universidad de Navarra, cuestiona que sea una decisión "inteligente" dejar la plataforma, ya que quedaría "totalmente contaminado" por los discursos desinformativos.
En ese sentido, el ministro de Transportes, Óscar Puente, ha defendido continuar en X argumentando en el Congreso que cuando se cede el espacio "lo ocupan otros y si los que lo ocupan son los que se dedican a intoxicar y a difamar, es desastroso".
Al contrario de lo que sucedía antes de que pasara a ser controlada por Musk en 2022, X tiene una serie de algoritmos que derivan a unos contenidos desinformativos y de "publicidad engañosa, multiplicando los bulos y el discurso de odio", Explica Salaverría.
Pero hay otras redes que también están afectadas por esta situación, puntualiza.
En cualquier caso, Salaverria considera que estar ahora en la red social "es irrelevante".
Sin embargo, el director de La Vanguardia, Jordi Juan, asegura que sí van a perder tráfico y suscriptores con esta medida, pero han preferido "arriesgarse" por considerar que se ha convertido en una caja de resonancia de las teorías de la conspiración y la desinformación.
Otra experta en redes sociales y desinformación, la periodista Carmela Ríos, coincide con Salaverría en que estas plataformas "no son una buena forma de obtener tráfico, es muy pequeño" para los medios de comunicación pero también defiende que "sería muy empobrecedor" cerrar la puerta a esta vía.
UN MEDIO VÁLIDO DE INFROMACIÓN AL CIUDADANO
Por otro lado, entidades internacionales como la Comisión Europea defiende el uso de X para informar de su gestión a los ciudadanos, aunque dijo que está "monitorizando los acontecimientos" después de la suspensión de cuentas por parte de algunos medios de comunicación.
Asimismo, el portavoz de la institución, Thomas Regnier, ha recordado que la Comisión ya ha suspendido sus campañas publicitarias en X tras la investigación que el año pasado abrió por considerar que contribuyó a la propagación de contenido terrorista tras el ataque de Hamás contra Israel.
Una investigación que podría culminar en una multa de hasta el 6% de los ingresos que el propietario de la plataforma, Elon Musk, obtiene a través de su imperio empresarial.
Sin embargo, Bruselas ha descartado designar a X como una gran plataforma en virtud de la ley antimonopolio de mercados digitales, por lo que no la obliga a cumplir con los requisitos más estrictos de las nuevas normas de competencia comunitarias.
BLUESKY PESCA EN AGUAS REVUELTAS
Y en este contexto pro y contra X, otras redes sociales como Bluesky -se postula como competidor directo de la plataforma de Musk- ha ha sumado un millón de usuarios nuevos en la última semana, superando ya los 15 millones de usuarios totales en todo el mundo.
Es el caso del Gobierno brasileño que el pasado mes de septiembre abrió perfiles en Bluesky y Threads después de que el Supremo suspendiera en el país el servicio de X, por reiterados desacatos de la empresa del magnate Elon Musk a diversas decisiones judiciales.
"Por lo que pueda pasar" con X, muchos usuarios de la red social recuerdan a sus seguidores que mantienen cuentas abiertas en Bluesky y otras plataformas habituales como Instagram y Threads.