Un grupo de investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid lleva más de una década escuchando el ruido del tráfico rodado sobre las carreteras españolas para establecer niveles de impacto acústico.
Pero esa información sobre el ruido les ha dado además datos que permiten conocer el estado del firme de la vía y algunos de sus elementos. Jesús Alonso y Carlos Ramos, investigadores de la UPM, plantearon usar el sonido del asfalto para obtener esos datos.
Los cambios en el sonido que provoca la rodadura de los vehículos, tras procesarse según diversos parámetros (seco-mojado, urbano-extraurbano, etc) permiten detectar asfaltos más ruidosos, zonas agrietadas, juntas de dilatación en mal estado, baches, u otros problemas.
Explican los autores que el sistema puede contribuir a "planificar del mantenimiento de las carreteras, a las actividades de mitigación del ruido del tráfico y a los informes de alerta sobre el estado de las carreteras".
Advierten los investigadores que su enfoque tiene por ahora "carencias" frente a métodos que emplean láser o imagen, pero creen que su herramienta puede ser un complemento excepcional para la inspección visual al no precisar una invasión de la vía para realizar las mediciones.