La Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, perteneciente al Ministerio de Transformación Digital, ha anunciado los integrantes del consejo rector de la Agencia Española de Supervisión de la Inteligencia Artificial (Aesia), si bien todavía no se ha designado a la persona que dirigirá el organismo.
El consejo rector de la Aesia está integrado, según sus estatutos, por el titular de la dirección de la agencia, cuatro representantes del Ministerio de Transformación Digital, otro del Ministerio de Hacienda y Función Pública, otro de la cartera de Industria, Comercio y Turismo y una "persona experta, en representación del ecosistema, en el ámbito de la inteligencia artificial".
En ese contexto, el consejo rector de la Aesia estará compuesto por Agustina Piedrabuena (vocal asesor del Ministerio de Transformación Digital); Aleida Alcaide (subdirectora de Coordinación y Seguimiento de Fondos Europeos de la Subsecretaría de Transformación Digital); Carlos Ruiz de Toledo (subdirector general de Ayudas de la Secretaría de Estado de Digitalización de Inteligencia Artificial) y Carlos Escudero Rivas (gerente de Informática de la Seguridad Social del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones).
A ellos se suman María Carmen García (subdirectora general de Estadística de Servicios del Ministerio de Hacienda y Función Pública) y María Jesús García (subdirectora general de Digitalización de la Industria y Entornos Colaborativos del Ministerio de Industria y Turismo).
Además, el consejo asesor de Inteligencia Artificial y la Comisión Permanente de Digitalización de la Economía, la Administración y la Ciudadanía del Ministerio de Transformación Digital han seleccionado a Nuria Oliver para ocupar la vocalía correspondiente al ecosistema de inteligencia artificial en España.
El Gobierno ha subrayado que con la creación de esta agencia España se convierte en el "primer país europeo" en tener un órgano de estas características y se anticipa a la entrada en vigor del Reglamento Europeo de IA, "que se prevé aprobar esta misma semana".
PRIMERA REGULACIÓN DE LA IA DE LA UNIÓN EUROPEA
Por su parte, los negociadores del Parlamento Europeo y del Consejo continuarán el viernes negociando la que pretende ser la primera regulación de la Inteligencia Artificial tras no lograr cerrar un acuerdo en el plazo que se fijaron para este jueves, a pesar de una sesión maratoniana de casi 24 horas de contactos en Bruselas en busca del consenso.
La vicepresidenta de la Comisión Europea encargada de Justicia, Vera Jourova, ha afirmado que el objetivo de las nuevas normas de la UE es fijar estándares de seguridad y de derechos fundamentales que eviten que la tecnología se use con fines represivos, de manipulación o discriminatorios; pero sin que se traduzca en una hiperregulación que lastre la competitividad de la Unión Europea.
Se trata así de definir las distintas categorías de riesgo para establecer qué usos de la IA deberían quedar prohibidos en todo caso por su riesgo inasumible, como reclama la Eurocámara para la vigilancia biométrica, el reconocimiento de emociones o sistemas policiales predictivos, o bien el uso debe quedar prohibido "en principio" en los casos de más alto riesgo, pero con la posibilidad de que un juez autorice su uso en situaciones excepcionales.
Otra de las claves pendientes de acuerdo es cómo introducir reglas específicas para los modelos fundacionales, como las plataformas ChatGPT o DALL-E, que vieron la luz después de que la Comisión Europea presentara su primera propuesta de regulación por lo que este capítulo se ha ido desarrollando en el curso de la negociación. A pesar de las divergencias entre la Eurocámara y el Consejo sobre este punto, los negociadores han logrado acercar posiciones y se da "prácticamente por cerrado" a falta de resolver algunos "flecos".
En todo caso, las partes consideran que el acuerdo está cerca y por ello reanudarán las negociaciones a primera hora de este viernes, con la presión añadida de que si no llega el entendimiento en esta cita el retraso hará complicado que cualquier acuerdo que pudiera lograrse ya iniciado el siguiente semestre llegue a tiempo para su tramitación antes del parón de las elecciones europeas de junio de 2024.