Investigadores de la UPM diseñan un robot para acceder a minas peligrosas o inundadas
El diseño final del robot incluye bigotes, parecidos a los de un topo, con los que la máquina es capaz de tocar paredes y obstáculos para construir un modelo 3D del espacio de trabajo,
Un equipo de investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) lidera el proyecto de investigación europeo ‘Robominers’, que persigue el desarrollo de un robot minero “bioinspirado, modular y reconfigurable” que podrá acceder en minas de Europa a los lugares “más complejos y peligrosos” en busca de nuevos materiales.
Es una iniciativa de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales, Centro de Automática y Robótica (CAR) de la UPM, que ha concluido la primera fase del proyecto, tratando de conseguir un robot minero “que permita llegar a depósitos de minerales pequeños y de difícil acceso”, indica la Universidad en una nota.
Financiado por el programa de Investigación e Innovación de la Unión Europea, Horizonte 2020, el proyecto comenzó en 2019 y contaba con una duración aproximada de 48 meses, que culminaron el pasado mes de noviembre de 2023.
El investigador líder del proyecto, Claudio Rossi, justifica el trabajo aludiendo a que Europa tiene alrededor de 30.000 minas cerradas que todavía contienen materias primas como cromo, cobre, oro, hierro y zinc, que son “cruciales” para industrias como la energía y la electrónica.
Y agrega que la recuperación de estos materiales con robots permitiría tomarlos “de forma respetuosa” con el medio ambiente, evitar que los humanos “tuvieran que ir a lugares peligrosos”, y reducir la necesidad de importaciones de estos materiales.
La idea última, apostilla, es proporcionar a Europa fuentes nacionales “sostenibles” de materias primas “que se utilizan en todas partes”, como teléfonos móviles, ordenadores y coches, e insiste en que “la opción más lógica es enviar robots”.
Para ello, el plan Robominers combina la creación de “un nuevo ecosistema minero” con “ideas novedosas” de otros sectores, como la inclusión de conceptos disruptivos de la robótica.
Excavaciones "de precisión"
El prototipo desarrollado se ha inspirado en los movimientos de los peces, los insectos y los gusanos, y es capaz de hacer túneles a través de minas inundadas, con lo que permitiría la minería ultraprofunda y la extracción de depósitos “que de otro modo serían antieconómicos para las empresas y peligrosos para las personas”.
En concreto, el prototipo diseñado podría realizar una excavación "de precisión" y reducir los desechos en entornos de entre un metro de ancho y tres metros de largo; y contaría con ventajas como que sería capaz de repararse a sí mismo y funcionaría con sensores e inteligencia artificial.
El diseño final del robot incluye bigotes, parecidos a los de un topo, con los que la máquina es capaz de tocar paredes y obstáculos para construir un modelo 3D del espacio de trabajo, al tiempo que tiene sensores que permiten conocer la composición de la roca, para poder decidir en qué dirección excavar.
El prototipo ha sido probado en Estonia y Eslovenia, donde se han realizado perforaciones submarinas con buenos resultados, determinando que la maquina parece capaz de trabajar hasta 1.000 metros de profundidad, “lo cual es más que suficiente”.
Los investigadores apuntan que todavía serán necesarios otros tres o cuatro años para poder integrar la inteligencia artificial en el robot, alrededor de una década para que sea plenamente funcional y puede que 20 años para que este prototipo pueda comercializarse.
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