Un grupo de investigadores de la Universidad de Maryland, en Estados Unidos, han desarrollado una fibra óptica de funcionamiento continuo hecha en el mismo aire, una tecnología excepcional para la energía dirigida.
El equipo liderado por Howard Milchberg ha demostrado un método de guía óptica que supera las limitaciones de fibra actual utilizando pulsos láser ultracortos que generan ondas en el aire mismo.
Estos pulsos cortos forman un anillo de estructuras de luz de alta intensidad llamados "filamentos", que calientan las moléculas de aire para formar un anillo extendido de aire calentado de baja densidad que rodea una región central no perturbada. Ésta es la estructura del índice de refracción de una fibra óptica.
Con el propio aire como fibra, potencialmente se pueden guiar potencias medias muy altas, así como la recopilación de señales ópticas remotas para detectar contaminantes y fuentes radiactivas.
Por ejemplo, la guía de ondas de aire puede "desenrollarse" arbitrariamente y dirigirse a la velocidad de la luz en cualquier dirección.
El resultado es una guía de ondas de aire de funcionamiento continuo que puede guiar un rayo láser de onda continua inyectado.
El guiado óptico de ondas continuas aumenta la potencia láser media máxima que se puede transportar y mantiene la estructura de guiado.
"Con un sistema láser adecuado para generar la guía de ondas, el guiado continuo de larga distancia debería ser fácilmente factible", aseguran los investigadores en un comunicado.
"Una vez que tengamos eso, es solo cuestión de tiempo antes de que estemos transmitiendo rayos láser continuos de alta potencia y detectando contaminantes a kilómetros de distancia", han añadido.