La red social linkedIn, propiedad de Microsoft, se plantea suprimir unos 716 puestos de trabajo por la fluctuación de la demanda, además de cerrar su aplicación de empleo en China.
LinkedIn, que cuenta con 20.000 empleados, no ha dejado de aumentar sus ingresos en lo que llevamos de 2023, pero se une a otras grandes empresas tecnológicas, incluida su matriz, en el despido de trabajadores.
En los últimos seis meses, se han suprimido más de 270.000 empleos tecnológicos en todo el mundo, según Layoffs.fyi.
LinkedIn gana dinero con la venta de anuncios y también cobrando a los profesionales de selección de personal y ventas que utilizan la red para encontrar clientes potenciales.
En una carta a los empleados, el consejero delegado de LinkedIn, Ryan Roslansky, ha afirmado que la medida de recortar funciones en sus equipos de ventas, operaciones y soporte tiene como objetivo racionalizar las operaciones de la empresa y eliminar capas del organigrama para agilizar la toma de decisiones.
"Con el mercado y la demanda de clientes fluctuando y el crecimiento de mercados emergentes, estamos ampliando el uso de proveedores", ha asegurado Roslansky.
Los cambios, según Roslansky, se traducirían en la creación de 250 nuevos puestos de trabajo, a los que podrían optar los empleados afectados por los recortes, añade la compañía.
CIERRE EN CHINA
Por otra parte, LinkedIn anunció también que el 9 de agosto suprimirá su aplicación de búsqueda de empleo en China, InCareers, después de que en 2021 decidiera retirarse del país, alegando un entorno "difícil".
"A pesar de nuestro progreso inicial, InCareer se ha enfrentado a una feroz competencia y un clima macroeconómico desafiante, que nos ha llevado a tomar la decisión de interrumpir el servicio", informó la compañía a los usuarios del sitio web.
Antes de que LinkedIn anunciara los recortes, 5.000 empleos tecnológicos se habían eliminado sólo en mayo, según Layoffs.fyi.Microsoft, que compró LinkedIn por unos 26.000 millones de dólares en 2016, ha anunciado unos 10.000 recortes de empleo en los últimos meses y asumió un coste de 1.200 millones de dólares por los despidos.