Especialistas en interacción entre animales y computadoras están detrás de una investigación pionera cuyos resultados sugieren que las aves domésticas son capaces de crear vínculos entre sí a través de videollamadas.
El estudio conjunto de las universidades de Glasgow y Northeastern (EE.UU.), ha observado durante más de 1.000 horas de video el comportamiento de 18 loros domésticos durante tres meses.
En la observación, las investigadoras constataron que las aves aprendieron a llamarse entre sí con el apoyo de sus cuidadores humanos, quienes también tomaron notas detalladas sobre las experiencias de sus mascotas.
Durante el estudio, los loros se involucraron más regularmente en comportamientos sociales como acicalarse, cantar y jugar.
Los loros que hicieron la mayor cantidad de llamadas también recibieron más llamadas, lo que sugiere que el estudio ayudó a las aves a ser más sociales.
Sus cuidadores, seleccionados entre voluntarios en los Estados Unidos, también informaron de una mejora en el vínculo con sus mascotas.
EL INTERNET DE LOS ANIMALES
Los equipos que ha liderado este estudio ya ha investigado por separado el potencial de la tecnología para enriquecer la vida de los animales en los zoológicos y en el hogar.
Esa investigación ha incluido DogPhone, un estudio que permitió que un perro mascota sacudiera una pelota para hacer una videollamada con su dueño.
Otro dispositivo interactivo, JoyBranch, permite que los animales del zoológico reproduzcan música en su recinto.
También han desarrollado juegos interactivos para tabletas y dispositivos de tablero de diálogo para loros.
Los investigadores colaboraron para investigar si los loros mascotas, aves inteligentes y muy sociales, podrían aprender a hacer y recibir videollamadas por su propia voluntad para ayudar a mitigar el aislamiento doméstico, y si elegirían hacerlo una vez que comprendieran el proceso.
En la naturaleza, muchas especies de loros viven en grandes bandadas, pero en cautiverio tienden a mantenerse solos o en pequeños grupos.
El aislamiento y el aburrimiento pueden hacer que las aves desarrollen problemas psicológicos, que pueden manifestarse como balanceo, ritmo excesivo o conductas autolesivas como arrancarse las plumas.
BENEFICIOSO TAMBIÉN PARA LOS CUIDADORES
La experiencia beneficia a los loros y sus cuidadores, asegura la doctora Ilyena Hirskyj-Douglas, de la Facultad de Ciencias de la Computación de la Universidad de Glasgow, una de las autoras del artículo.
El estudio ha contado además con pautas éticas. "Tan pronto como las aves mostraron signos de distracción o incomodidad", las llamadas se detuvieron, asegura la doctora Rébecca Kleinberger, profesora asistente en la Universidad Northeastern, investigadora afiliada en el MIT Media Lab y es coautora del artículo.
"Los loros parecían comprender que realmente estaban interactuando con otras aves como lo harían en la vida real", explica la doctora Jennifer Cunha, investigadora de la Universidad Northeastern y cofundadora de Parrot Kindergarten.
Un cuidador que ha participado en el estudio informo de que su mascota había volado por primera vez después de hacer una videollamada.
Hay cientos de herramientas digitales que permiten a cuidadores y mascotas interactuar de forma remota, pero están diseñadas principalmente para los humanos, sin tener en cuenta las necesidades de los animales, asegura Hirskyj-Douglas.