Tras dos legislaturas de gobierno del PP en la Comunidad de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón dio el paso a la política municipal y los populares eligieron como cabeza de cartel para la Asamblea a Esperanza Aguirre. El 25 de mayo de 2003, una votación muy ajustada arrojó una nueva victoria conservadora (55 diputados), aunque la suma de PSOE (49) e Izquierda Unida (7) daba pie a un acuerdo progresista y, por tanto, a un cambio de gobierno, encabezado por el socialista Rafael Simancas.
Sin embargo, el 10 de junio, cuando se tenía que conformar la Asamblea y elegir presidencia, todo saltó por los aires. Tras una intensa mañana de sorpresas e imprevistos que Telemadrid retransmitió en directo, la ausencia de dos diputados socialistas durante la votación (Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez) causó la elección, contra todo pronóstico, de la popular Concepción Dancausa como presidenta de la cámara.
Tamayo y Sáez decían no estar de acuerdo con el pacto de gobierno que se estaba fraguando entre PSOE e IU, aunque Simancas denunció desde el principio una trama inmobiliaria con el objetivo de evitar un gobierno socialista y así beneficiar al PP. La Asamblea conformó una comisión de investigación y el caso llegó a la vía judicial. Lo cierto es que, ante la parálisis de la cámara, en la que ni Simancas ni Aguirre fueron capaces de obtener los votos necesarios, la Comunidad de Madrid se vio abocada a la repetición electoral por primera y única vez en su historia. El 26 de octubre, entonces sí, el PP alcanzó la mayoría absoluta (57 diputados) y Aguirre se convertía en la tercera presidenta regional.