Visitamos el piso maldito, una vivienda situada en el número tres de la calle Antonio Grilo, al lado de Gran Vía, con toda una leyenda negra detrás. Entre sus paredes se han cometido ocho asesinatos, el más sonado el del sastre que en 1962 asesinó a su mujer y a sus cinco hijos para luego suicidarse. Pero no ha sido el único. Quizá por eso una inmobiliaria lleva mucho tiempo intentando venderlo sin éxito, y eso que lo ofrecen a buen precio.