El número básico de reproducción efectiva, o Número R0, es la cifra que define el número de casos secundarios generados por un caso primario. Para que se produzca una epidemia, el valor R0 debe ser mayor que 1. Y al revés, cuando se sitúa por debajo de 1, más controlada puede estar una infección.
Así, hay enfermedades muy contagiosas, como el sarampión, cuyo R0 se estima en torno a 15. Para la gripe común, el valor se sitúa en 1,3. Es decir, cada infectado contagia de media a algo más de una persona. Según las primeras investigaciones que se realizaron sobre el coronavirus (no hay que olvidar que los científicos están aprendiendo sobre la marcha acerca del SARS Cov 2), su R0 se encuentra en 2,5, de modo que una persona infectada, tenga síntomas o no, contagia de media a entre 2 y 3 personas.
R0 menor que 1 = buenas noticias
Este ha sido uno de los caballos de batalla de la ciencia desde el inicio de la pandemia, y rebajar esa cifra es el objetivo principal de las medidas de confinamiento. Cuando R0 se sitúa por debajo de 1, se considera que se está controlando la enfermedad y que se ha estabilizado su transmisión.
Y aquí vienen las buenas noticias, porque según los datos ofrecidos este lunes por el ministerio de Sanidad, el número R0 se sitúa por debajo de 1, en concreto 0,94. En las gráficas que ofrece el ministerio, todas las comunidades autónomas, salvo Cataluña, Castilla-La Mancha, Ceuta y Melilla, están ya por debajo de 1.
Madrid está justo por debajo de 1 (0,99), lo que significa que el contagio comunitario está controlado. De hecho, las cifras con las que ha arrancado la cuarta semana de confinamiento, a pesar de tener que lamentar 195 fallecimientos, son las mejores en 15 días. Todo ello favorece, además de una menor circulación del virus, una disminución de la presión asistencial sobre los hospitales.
De hecho, en los propios gráficos de Sanidad se observa que el pico de contagios se situó precisamente en la semana del 9 al 15 de marzo aproximadamente. Teniendo en cuenta el tiempo de incubación, la última semana del mes pasado fue la de mayor repunte de casos, y conociendo la alta letalidad de la enfermedad, tuvo lógica que la semana pasada fuera la de mayor número de fallecimientos.
Otro dato que invita al optimismo es que cada vez se tarda más días en la duplicación de casos. Así, en Madrid, mientras a mediados de marzo los casos se duplicaban cada menos de tres días, ahora tienen que pasar 15 días para que se duplique el número de positivos; también es cierto que el número de contagios (38.723) es más difícil que vaya creciendo al mismo ritmo que los primeros días.
De hecho, este lunes ha sido el día con un menor número de nuevos casos desde el pasado 23 de marzo.