Como era de esperar, el bloque sobre política territorial concentró gran tensión en el primer debate a cuatro de estas elecciones generales del 28-A.
El candidato del PSOE, Pedro Sánchez, se ha reafirmado que "nunca" se producirá la independencia de Cataluña ni el "quebrantamiento" de la Constitución Española. Pedro Sánchez ha contestado así a la exigencia de los líderes del PP, Pablo Casado y Ciudadanos, Albert Rivera, de que clarifique su postura respecto a los supuestos indultos a los dirigentes independentistas del 'procés' si son condenados.
El presidente del Gobierno insiste en el respeto a la separación de poderes y pide respeto para el Tribunal Supremo, que sigue trabajando en la resolución del juicio por el procés. Casado y Rivera han centrado sus intervenciones en reclamar a Sánchez una respuesta clara a esta cuestión de gran importancia. Para Casado, Sánchez ha acordado "indultos a cambio de escaños" pues sabe que "necesita a los separatistas".
El líder de Podemos, por su parte, ha abogado por el diálogo para recuperar la convivencia. Pablo Iglesias ha criticado a los dos dirigentes de centroderecha por insistir en su pregunta. "Es como si el señor Marchena (presidente de la sala de lo Penal que juzga el caso) estuviera en un juicio farsa", ha lamentado Iglesias, quien ha pedido esperar "a ver qué pasa" antes de hablar de posibles indultos.
Sánchez, a Casado: "¿De qué color tiene las manos?"
Durante este bloque, Sánchez también ha censurado a Casado por acusarle en campaña de preferir las "manos manchadas de sangre", en alusión a los acuerdos con Bildu. Y ha preguntado al líder del PP "de qué color tiene manchadas las manos" si se tiene en cuenta que su partido ha votado junto a Bildu hasta 127 iniciativas legislativas en el Parlamento Vasco.
Ya al inicio de este capítulo, los candidatos de PP y Ciudadanos han acusado a Sánchez de haber puesto en riesgo la unidad de España con tal de mantenerse en el poder, mientras que Iglesias les ha advertido de que la convivencia no se puede recuperar con agresividad.
El presidente del Gobierno ha insistido en que el PSOE defiende un país "en el que caben todos", ha dicho sentirse orgulloso de la diversidad y ha animado a sus rivales a trabajar juntos "para unir España en la diversidad".
Y a las acusaciones de sus adversarios de la derecha, Sánchez ha respondido que "no va a haber ni referéndum de independencia ni independencia, ni se permitirá la quiebra de la Constitución".Casado se ha centrado sobre todo en advertir del riesgo en el que se encuentra España por culpa del Gobierno de Sánchez y su pacto con los separatistas y ha vuelto a prometer que si gobierna, entre otras cosas, aplicará la Constitución en Cataluña, el Estado recuperará la gestión de las cárceles -están transferidas a la Generalitat catalana- y los partidos independentistas "no recibirán ni un euro".
Rivera: "Me duele España"
Rivera, quien ha contado que se le saltaron "las lágrimas" cuando se declaró -ha dicho- "la independencia" en Cataluña, ha sacado una foto en la que aparece Sánchez con el presidente de la Generalitat, Quim Torra, para reprocharle que se haya sentado con él para mantenerse en la Moncloa.
"A mi me duele España y que se rompa Cataluña", ha subrayado Rivera, quien ha reprochado a Sánchez que reciba y pacte con alguien "totalitario" que como Torra llama a los españoles "bestias taradas".También Iglesias ha afirmado "que le duele España", pero por otros motivos: la precariedad y los bajos salarios. A su juicio, lo importante es poner el énfasis en lo que une a los ciudadanos "que tienen sentimientos diferentes" y reconocer la realidad del país. "Claro que España es plurinacional y la convivencia no se puede recuperar con agresividad", ha avisado a los otros candidatos.