Los cuatro candidatos a la presidencia del Gobierno han dibujado, en el primer debate electoral de este 28-A, los grandes ejes sobre los que va a girar su política económica y fiscal y las grandes medidas que van a impulsar para crear empleo.
El candidato popular Pablo Casado ha criticado la gestión del gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero que causó el despido de más de tres millones y medio de trabajadores y un daño irreparable a los funcionarios y pensionistas. Por ello se ha comprometido a crear más de 2 millones de empleos y acometer la mayor revolución fiscal de la historia. Entre sus grandes medidas económicas están la bajada del impuesto de la renta en un 40%, el de Sociedades por debajo del 20%, suprimir el de Sucesiones y bonificar el ahorro.
El líder socialista Pedro Sánchez, se ha mostrado firme en su lucha contra la corrupción y la desigualdad provocada por los gobiernos del Partido Popular, al tiempo que ha resaltado los logros de su gobierno en materias como el crecimiento económico y la justicia social. Dice que su partido está con la mayoría social y no con los corruptos.
Para Albert Rivera el principal problema de España es que no ha hecho los deberes en la última década. Aboga por implantar en nuestro país la economía del conocimiento y proporcionar a los españoles empleo de calidad. También aspira a convertirse en el gobierno de los autónomos.
El líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, se remite al artículo 31 de la Constitución para reivindicar un sistema fiscal progresivo donde se establezca un impuesto para los grandes presupuestos y se exonere de los gastos a las clases más desfavorecidas, pymes y autónomos.