El comité de empresa de Trablisa, la compañía encargada de los controles de seguridad en el Aeropuerto de Barcelona-El Prat, ha vuelto a convocar una huelga indefinida a partir del 9 de agosto para reclamar mejoras salariales y laborales.
A los paros están llamados los cerca de 500 trabajadores encargados de los controles de acceso de El Prat, que en el año 2017, entonces bajo el paraguas de la empresa Eulen, secundaron una huelga que puso en jaque la operativa del aeropuerto y que acabó con un laudo arbitral de obligado cumplimiento. En esta ocasión, el paro ha sido convocado por los sindicatos Alternativa Sindical, SPS, STTS y PROU, mientras USO se ha desmarcado de la decisión, han explicado a Efe fuentes sindicales.
Los vigilantes de seguridad reclaman un plus de un euro por hora por la "carga física y mental que soporta" este colectivo por la afluencia de viajeros y horas de trabajo, y la recuperación del plus de aparcamiento.
Los trabajadores, además, piden descansos de diez minutos por hora y formación para toda la plantilla, entre otras reivindicaciones.
La huelga, de 24 horas, será indefinida a partir del 9 de agosto, ha informado Alternativa Sindical, que ha lamentado que la dirección de Trablisa no se haya presentado hoy a la reunión convocada con el comité para abordar las diferencias entre ambas partes.
José Fidel Gómez, miembro del comité de huelga por Alternativa Sindical, ha calificado de "irresponsabilidad" la incomparecencia de Trablisa en la reunión, lo que interpreta además como "un claro desprecio" a la representación laboral y a los viajeros, que "sufrirán los inconvenientes de una nueva huelga de seguridad con antecedentes fatídicos para los usuarios".
El pasado mes de junio, el comité de Trablisa ya convocó huelga indefinida en El Prat, aunque el 3 de julio decidió desconvocarla, después de una reunión de mediación en el Departamento de Trabajo, para evitar incurrir en una ilegalidad, ya que el motivo de la protesta estaba judicializado. La principal razón que llevó a la convocatoria de la huelga indefinida fue la reclamación de un plus de productividad que la compañía paga a vigilantes de otros aeropuertos, un punto que ya se ha planteado ante la justicia y está pendiente de resolución.