El Gobierno francés aumentó hasta los 409, 14 de ellos graves, el recuento de heridos y hasta 282 el de detenciones en la tensa jornada de protestas que se registró el sábado en varios puntos del país, donde el movimiento conocido como los "chalecos amarillos" se alzó contra las tasas a los carburantes.
El Ministerio de Interior mantuvo en este balance el número de fallecidos -una jubilada atropellada en el sureste de Francia- e informó que esta noche todavía estaban activos varios puntos de protesta ciudadana.
"Esta noche ha sido agitada (...) Hubo agresiones, peleas, cuchilladas", lamentó el ministro del Interior, Christophe Castaner.
Desde la célula de crisis puesta en marcha por el Ejecutivo, el ministro del Interior Christophe Castaner repasó, en directo frente a las cámaras, el saldo de esta revuelta popular organizada en las redes sociales sin la tutela de un partido o un sindicato.
"Defiendo evidentemente el derecho a manifestarse de todas las formas, pero defiendo aún más vehementemente el derecho de las personas, que han sido insultadas o agredidas, su derecho a circular", dijo Castaner, quien recordó que la mayoría de los heridos se produjeron en protestas no declaradas a las autoridades.
El titular de Interior hizo un "llamamiento a la responsabilidad" y aseguró que su gabinete ha optado por "la transparencia" al haber dado "todas las cifras" disponibles.
De entre los 117 arrestados, 73 quedaron bajo custodia policial, mientras que entre los 227 heridos (seis de gravedad) figuran seis policías, cinco gendarmes y un bombero.