El 'Aquarius' rechaza la oferta del Gobierno español por la "inseguridad" del viaje

  • Pedro Sánchez ha dado instrucciones para que Valencia acoja al barco Aquarius
  • "Es nuestra obligación ayudar a evitar una catástrofe humanitaria y ofrecer 'un puerto seguro' a estas personas" afirma el Gobierno

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha dado instrucciones para que España "cumpla con los compromisos internacionales en materia de crisis humanitarias" y acoja al barco Aquarius, en el que se encuentran más de 600 personas abandonados a su suerte en el Mediterráneo. El Gobierno informa en un comunicado de la decisión del jefe del Ejecutivo y adelanta que el destino del buque será el puerto de Valencia."Es nuestra obligación ayudar a evitar una catástrofe humanitaria y ofrecer 'un puerto seguro' a estas personas, cumpliendo de esta manera con las obligaciones del Derecho Internacional", afirma el comunicado del Gobierno.

El Ejecutivo está en coordinación con la Generalitat valenciana para la llegada del buque, barco Aquarius de la ONG francesa Sos Méditerranée con 629 inmigrantes a bordo y cuya entrada en Italia ha sido denegada por las autoridades de ese país.

Ximo Puig, presidente de la Comunidad Valenciana, informaba a los periodistas antes de participar en un almuerzo del Club Siglo XXI de que había dado su autorización a la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, para que el puerto de Valencia acoja al Aquarius. Puig ha subrayado que se trata de razones humanitarias y ha lamentado que el barco esté, en estos momentos, "abandonado" en el Mediterráneo de forma "profundamente injusta".

Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, ha destacado que la decisión española ha roto con la actitud de "mirar para otro lado" frente al problema de los refugiados en la Unión Europea.

Habían ofrecido sus puertos la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y el de Valencia, Joan Ribó, y ha sido el presidente valenciano, Ximo Puig, quien ha traslado su autorización al Gobierno para realizar esa acogida.

EL 'AQUARIUS' RECHAZA DE MOMENTO LA OFERTA DE ESPAÑA POR LA "INSEGURIDAD" DEL VIAJE

El buque de rescate 'Aquarius' rechaza por el momento la oferta del Gobierno español para atracar en Valencia porque, según la tripulación, el viaje les llevaría tres días -son 1.300 kilómetros- desde su posición actual. Así lo ha confirmado Médicos Sin Fronteras, organización que opera el buque junto con SOS Mediterranée.

Para la tripulación sería un viaje inseguro dado que la embarcación supera su capacidad y a bordo hay 120 niños -de los cuales 23 no están acompañados-, siete mujeres embarazadas, 15 personas con quemaduras químicas graves y pacientes con hipotermia, para los cuales un viaje de tres días en esas condiciones puede ser peligroso. Por el momento continúan parados entre Malta e Italia, mientras que las autoridades maltesas les han llevado víveres para pasar la noche.

629 INMIGRANTES ESPERABAN UN PUERTO PARA DESEMBARCAR

Mientras, la nave "Aquarius" de la ONG SOS Méditerranée espera instrucciones en alta mar con 629 inmigrantes a bordo, algunos "cada vez más ansiosos". Aunque el vicepresidente y ministro del Interior de Italia, el ultraderechista Matteo Salvini, había anunciado que el barco se encontraba "en dirección a España", algo que calificó de "victoria", la embarcación sigue a la espera en alta mar.

Entre los 629 inmigrantes que viajan en el barco, que ha pasado la noche con los motores parados a 35 millas de Italia y 27 de Malta, hay 123 menores no acompañados, 11 de ellos niños pequeños y siete mujeres embarazadas, rescatados en la jornada de ayer.

Fuentes de la Guardia Costera indicaron a Efe que por el momento no hay información oficial sobre la nave y la ONG informó en Twitter que "por petición de Roma la nave Aquarius está detenida en el mar entre Malta e Italia a la espera de un puerto seguro".

A bordo también hay personal sanitario de Médicos Sin Fronteras (MSF) que ha informado a todos los inmigrantes sobre la situación actual pues "las personas en Aquarius están cada vez más ansiosas y desesperadas", escribieron en Twitter. MSF apuntó que "muchos necesitan atención médica" y, por lo tanto, su situación requiere de "una solución urgente" y explicó en esa red social que "un hombre ha llegado a amenazar con saltar por la borda diciendo que tenía miedo de que le devolvieran a Libia", país desde el que muchos de los inmigrantes zarpan hacia Europa y donde describen toda clase de violencias.

Uno de los cooperantes de la nave, Alessandro Porro, apuntó en una entrevista al "Huffington Post" que para llegar a España se necesitan dos o tres días de navegación y señaló que las provisiones en el barco se están acabando, aunque Malta ya ha anunciado que enviará víveres.

ITALIA Y MALTA RECHAZABAN LA ACOGIDA DE LOS MIGRANTES

El desembarco de todos estos inmigrantes, el pasado sábado, ha originado un duro pulso entre Italia y Malta que se negaban a ofrecer un puerto seguro donde acogerlos.

Mientras Italia pedía a Malta que se ocupase del desembarco, el ministerio del Interior maltés afirmaba este domingo que la situación del barco no era de su competencia, puesto que el rescate se realizó en aguas libias y se había coordinado desde Roma.

Algunos periodistas que se encuentran a bordo del Aquarius para seguir las labores de rescate en el Mediterráneo están informando de la situación en sus redes sociales.

Por su parte, los alcaldes de las ciudades costeras de Nápoles, Palermo, Messina, Reggio Calabria y Taranto han ofrecido sus puertos para recibir al buque. El alcalde de Nápoles, Luigi di Magistris, ha manifestado su disposición a acoger a los migrantes y ha lamentado la decisión del ministro del Interior, Matteo Salvini, de cerrar los puertos italianos a la llegada de este barco especializado en el rescate de personas en el Mediterráneo. "Si un ministro sin corazón deja morir en el mar a mujeres embarazadas, niños, ancianos, seres humanos... el puerto de Nápoles está preparado para acogerlos", ha afirmado el primer edil de Nápoles, en un comunicado. "Somos humanos con un corazón grande. Nápoles está preparado, sin dinero, para salvar vidas humanos", ha añadido.

Los alcaldes de las localidades portuarias italianas han respondido así a la decisión del ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, de ordenar el cierre de los puertos italianos al 'Aquarius', argumentando que está siguiendo el ejemplo de otros países europeos, España entre ellos, para combatir "el tráfico humano". "Francia está devolviendo a la gente en la frontera, España defiende con armas su frontera, Malta no acepta a nadie. Desde hoy, Italia también va a empezar a decir 'no' al tráfico de personas, y 'no' a la inmigración ilegal", aseguró Salvini, en un mensaje publicado en su Facebook para anunciar su decisión.

BRUSELAS AGRADECE A ESPAÑA LA ACOGIDA AL "AQUARIUS" Y DICE QUE ES UN EJEMPLO SOLIDARIDAD

La Comisión Europea ha valorado positivamente la decisión del Gobierno de permitir en el puerto de Valencia el desembarco "por razones humanitarias" de la nave de salvamento marítimo 'Aquarius'. El comisario europeo de Migración, Asuntos de Interior y Ciudadanía, Dimitris Avramopoulos, ha dicho a través de su cuenta de Twitter que se trata de un ejemplo de "solidaridad real puesta en práctica hacia personas desesperadas y vulnerables y también hacia otros Estados miembros", a la vez que ha agradecido la decisión del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

El Ejecutivo comunitario había instado este lunes a las autoridades italianas y maltesas a que se coordinaran para decidir cuál es el puerto al que debía dirigirse el barco de rescate de personas en el Mediterráneo 'Aquaris'. "Lo primero (para la Comisión) es el imperativo humanitario, estamos hablando de seres humanos, incluidos menores. La prioridad de ambas autoridades (italiana y maltesa) debe ser que estas personas reciban la atención que necesitan", ha asegurado en rueda de prensa el portavoz jefe de la Comisión, Margaritis Schinas.

No obstante "la Comisión no tiene competencia en la gestión de operaciones de rescate y búsqueda en el mar, ni de coordinación de las operaciones de rescate individuales", ha dicho por su parte la portavoz comunitaria de Migración, Natasha Bertaud, que ha insistido en que la legislación internacional no determina qué país debe hacerse responsable del desembarco sino que "establece criterios" para orientar esta decisión.

Asimismo, el alto comisionado de la ONU para los Refugiados, Filippo Grandi, agradeció al Gobierno español su decisión de recibir en el puerto de Valencia al barco "Aquarius", que, con 629 inmigrantes a bordo, ha sido rechazado por las autoridades de Italia y Malta. "La decisión de hoy del presidente español, Pedro Sánchez, de permitir excepcionalmente al barco de rescate 'Aquarius' atracar en su país es valiente y bienvenida", declaró en un comunicado Grandi. El gesto de España "pone fin a algo que se estaba convirtiendo en una situación insostenible y cada vez más difícil para el equipo del 'Aquarius' y los más de 600 inmigrantes rescatados", añadió.

En opinión del alto comisionado para los Refugiados, de nacionalidad italiana, con independencia de cómo los países comunitarios elijan manejar sus fronteras marítimas, el principio del rescate en la mar "nunca debería ser cuestionado".

"Me gustaría abordar con los gobiernos afectados arreglos para operaciones de búsqueda y rescate en el Mediterráneo y evitar una repetición de la situación en la que se ha visto atrapado el 'Aquarius'", manifestó Grandi.