Portugal tardará varios días en controlar el incendio del Algarve

  • Las altas temperaturas, la escasa humedad y el viento dificultan las tareas de extinción
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incendio Portugal |Telemadrid

Portugal asume hoy que el incendio que afecta desde el viernes a la región del Algarve (sur del país) tardará al menos "varios días" en ser controlado, pese al refuerzo en la zona de los medios de extinción y el cambio de estrategia de las autoridades.

Las temperaturas, que rondan los 35 grados, la escasa humedad y el viento no dan tregua en el término municipal de Monchique, donde por sexto día consecutivo se lucha por dominar las llamas, que se reactivan constantemente ante la impotencia de los bomberos.

Las autoridades han implementado hoy una nueva estrategia basada en el control del perímetro para evitar el avance del fuego y dividen su atención entre Monchique y el agresivo frente que ha llegado hasta la vecina localidad de Silves.

Se trata de una zona muy montañosa y con una densa floresta que dificulta el acceso de los medios de extinción para combatir el incendio, el cual continúa sin control y ha calcinado ya cerca de 20.000 hectáreas, además de obligar al desalojo de 181 personas como medida de precaución.

El plan de las autoridades, modificado durante la pasada madrugada ante las dimensiones del fuego, incluye un refuerzo de los medios en la zona, que se componen actualmente de 1.450 bomberos, 450 vehículos terrestres y trece aviones, dos de ellos españoles.

Aun así, la situación está todavía lejos de resolverse, advirtió hoy el primer ministro portugués, el socialista António Costa, tras reunirse con los principales responsables de la lucha contra las llamas. El fuego, dijo en la primera rueda de prensa que ofrece desde que se declaró el incendio, "no será apagado en las próximas horas" y, de hecho, serán "necesarios muchos días de trabajo para que pueda ser totalmente extinguido". El problema reside en la combinación de la difícil orografía con las adversas condiciones climáticas, que hace que las oportunidades de "combate efectivo" a las llamas sean "muy limitadas", comentó el primer ministro. "El trabajo de contención es el que esta haciéndose, y es el único que se puede hacer ahora", zanjó.

Mientras tanto, la preocupación se extiende entre los residentes de la zona, muchos de los cuales se niegan a abandonar sus casas, como les pide la Guardia Nacional Republicana.

Por ello, se han redoblado los llamamientos de las autoridades para que se atiendan estas peticiones, toda vez que la evacuación se ha convertido en la prioridad después de los devastadores incendios de junio y octubre del año pasado, en los que murieron más de cien personas. "Cuando las autoridades apelan a la evacuación no están violando la Constitución, ni la ley. Están asegurando el bien más precioso que existe, que es la vida", subrayó hoy Costa.

Junto a los habitantes que temen perder sus casas está en vilo el Centro Nacional de Reproducción del Lince Ibérico, ubicado en Silves, ante la cercanía de las llamas. La alcaldesa de la localidad, Rosa Cristina Gonçalves da Palma, dijo a Efe que los linces han sido retirados del exterior del centro para su debido acondicionamiento, en tanto que el Instituto de Conservación de la Naturaleza y Bosques (ICNF), ente público del que depende ese organismo, ha tomado medidas preventivas. Entre ellas, se han dispuesto medios humanos y materiales por si fuera necesaria una eventual defensa o evacuación del centro, inaugurado en 2009.

Entretanto, en el municipio se ha registrado mucha tensión, dijo la alcaldesa, ya que "hubo momentos muy complicados, debido a que el fuego llegó de forma devastadora" en días pasados. Según el último balance oficial, el número de heridos asciende a 32, todos leves salvo una mujer de 72 años que sufrió quemaduras graves y tuvo que ser trasladada a Lisboa.

El de Monchique es el primer gran incendio de este año en Portugal, donde en los últimos días, según el primer ministro, se han registrado 582 conatos, de los que veintiséis derivaron en fuegos que fueron controlados y extinguidos en pocas horas.