El Rastrillo Nuevo Futuro ha reabierto sus puertas para recaudar fondos para la ayuda a la infancia, en una cita solidaria que tiene ya 45 años de historia.
Cerca de 80 puestos conforman el Rastrillo, donde los asistentes pueden adquirir objetos de decoración y antigüedades, ropa, alimentos selectos, juguetes o ropa de bebé, y así prepararse para las futuras festividades navideñas.
La infanta Pilar, presidenta de honor de la organización, se ha acercado como cada año a la inauguración del Rastrillo, del que ha dicho espera "sacar lo más posible", porque "es la manera que tenemos de mantener los hogares, que hace mucha falta".
El mercadillo, que permanecerá abierto en el pabellón 11 "La Pipa" de la Casa de Campo de Madrid hasta el 1 de diciembre, también ha sido visitado por la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, que ha paseado por los puestos junto con la Infanta y la concejala de Familia y Servicios Sociales de Madrid, Dolores Navarro.
Todo el dinero que se recauda en el Rastrillo va destinado a la manutención de los niños de Nuevo Futuro, que ya son más de 763 en España, y por eso ha asegurado a Efe Pina Sánchez Errazúriz, presidenta nacional de la ONG, "cuanto más recaudemos los niños van a estar mucho mejor".
Para conseguirlo unos 1.200 colaboradores trabajan para que este año se supere en visitantes e ingresos al anterior.
"El año pasado vino un 10% más de público, con su consecuente aumento de recaudación", ha afirmado Sánchez Errazúriz, y por eso, este año, y "siempre", esperan que vengan "muchos más".
La gran mayoría de los objetos y productos que se venden en este mercadillo benéfico son donados, lo que permite ofrecer unos "precios muy competitivos" y hacer que se note "poco" la crisis, ha asegurado Sánchez Erraúriz.
"Aquí tenemos de todo, desde artículos de un euro hasta un cuadro del año 1700", han comentado las voluntarias que atendían el estand de "Las Xanas", especializado en decoración del hogar y con más de 30 años de experiencia a sus espaldas.
Otra veterana del mercadillo es Chari Rodríguez, madrina de Nuevo Futuro y encargada del puesto "El Revoltijo", especialista en bisutería y cajas de música.
"Hay mucha gente que directamente viene a comprarse una caja de música como la del año pasado", ha explicado Chari, que coordina un puesto en el que estos días se reúnen "hasta 25" voluntarias para ayudar por una buena causa.
Cerca de 11 personas atienden, por su parte, uno de los puestos más reclamados del Rastrillo, el de Agatha Ruiz de la Prada, que tampoco ha querido faltar a esta cita benéfica.
La diseñadora, que admite que estos días implican "mucho trabajo", ha confesado que todos los años compra varias prendas de su propia tienda que tenía "olvidadas".
Si los voluntarios de los puestos están encantados con la iniciativa, las personas que se acercan a la Casa de Campo en busca de un regalo o un pequeño detalle con el que regresar a casa, también.
"Me acabo de comprar dos corbatas por sólo cinco euros cada una, es un chollo", ha apuntado Cándido, un veterano pamplonica que ya ha acudido varios años al Rastrillo.
"La apertura ha sido tranquila, de momento mucha gente se acerca sólo a mirar pero el fin de semana siempre mejora", ha señalado María de Gregorio, voluntaria en "Vajillas y más", que ha reflejado en una sola frase el espíritu que mueve el Mercadillo: "Por los niños, lo que sea".