Trece personas han sido detenidas en una operación de la Policía Nacional que ha permitido desarticular una red que se dedicaba a sustraer vehículos y venderlos por piezas a través de la web de una empresa de venta de recambios con apariencia legal.
En la operación se han practicado nueve registros en los que se han recuperado sesenta vehículos sustraídos y se han intervenido inhibidores, ganzúas y placas de matrícula, entre otros efectos, según la Policía.
La red estaba asentada en Madrid y sus integrantes, principalmente polacos y españoles, llevaban los automóviles robados a naves clandestinas para despiezarlos y luego transportar las piezas en furgonetas de alquiler a diferentes provincias de España, así como también a Polonia y Portugal.
Los delincuentes ofertaban las piezas con menos de dos años de antigüedad en anuncios de una empresa de apariencia legal, especializada en la venta de recambios.
LA OPERACION SE INICIO EN SEPTIEMBRE
La investigación se inició el pasado mes de septiembre a raíz de la denuncia de la sustracción de un vehículo que contaba con un dispositivo de localización GPS.
Esto permitió a los agentes averiguar que el automóvil se encontraba en una zona industrial de la localidad madrileña de Alcalá de Henares.
Los agentes establecieron un dispositivo de vigilancia en las inmediaciones del lugar, lo que permitió detener a dos personas cuando iban a acceder a la nave. En el registro encontraron numerosas piezas de vehículos cortadas y despiezadas.
La nave era utilizada para modificar y "maquillar" números de bastidor, así como para cortar y despiezar los coches robados con el fin de extraer las piezas de más valor.
En el momento de la detención, los dos individuos llevaban encima 7.000 euros en efectivo de la venta de un vehículo y documentación falsificada del mismo.
Las pesquisas posteriores permitieron constatar que los dos arrestados formaban parte de una organización criminal asentada en las provincias de Madrid y Guadalajara, que contaba con una estructura sólida.
Para la empresa de recambios trabajaban dos grupos de ladrones de coches.
Uno estaba especializado en el robo de vehículos de una conocida marca de automóviles. Falsificaba los elementos de identificación y después conductores de la red los trasladaban fuera de España.
El segundo grupo se dedicaba a robar vehículos de diferentes marcas, los despiezaba en naves de Madrid y Guadalajara y desde allí transportaba las piezas en furgonetas de alquiler a diferentes provincias de España y de Polonia y Portugal.
