Cifuentes renuncia al máster y pide disculpas en una carta enviada al rector

  • Recuerda que cumplió con todo lo que le pidió la universidad y todo lo que exigía la ley
  • Cifuentes recrimina al rector Ramos que le enviara un acta que ella no pidió y que "un cuarto de hora después" abriese una investigación

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, ha renunciado al máster de la Universidad Rey Juan Carlos en una carta enviada al rector, Javier Ramos, según anuncia en una de sus cuentas de Twitter.

Dicho mensaje en la red social remite a una información de okdiario, en la que se publica la carta dirigida al rector, donde Cifuentes pide disculpas y recuerda que cumplió con todo lo que le pidió la universidad y todo lo que exigía la ley.

En una carta enviada a Javier Ramos, rector de la Rey Juan Carlos, y según la información que publica Carlos Cuesta en okdiario, la presidenta madrileña pide disculpas a “cualquiera que haya podido sentirse agraviado” por el trato recibido por la universidad. Cifuentes tan sólo pretendía, según afirma en la misiva dirigida a Ramos, “ampliar conocimientos pese a las dificultades personales que me impedían cursarlo en un régimen ordinario. En ningún momento pretendí sacar ventaja entonces de este máster, ni pretendo sacarlo en el presente o en el futuro”.

LA "TRAMPA" DEL ACTA DEL RECTOR

Cristina Cifuentes recrimina en la carta enviada al rector Ramos, que éste le tendiera una trampa, enviándole un acta que la presidenta madrileña y su equipo no habían pedido “procediéndose por tu parte un cuarto de hora después a dar instrucciones para abrir una información reservada al existir dudas sobre su contenido”.

La trampa, como desvela Cifuentes, estaba clara. El rector envió el acta con las firmas falsas –reconocido por dos de las profesoras– lo que provocó la inmediata distribución por parte de la presidenta y su equipo a los medios de comunicación. “El acta del Trabajo Fin de Máster nos fue remitida directamente por la Secretaría del rector el pasado 21 de marzo a las 17 horas y 36 minutos procediéndose por tu parte un cuarto de hora después a dar instrucciones para abrir una información reservada al existir dudas sobre su contenido”.

Cree Cifuentes, según la información de okdiario, que tuvo que ser el propio Ramos el que ordenase, primero, remitir el acta, acto seguido, abrir la investigación de forma prácticamente inmediata, y, que pese a ello no avisó a Presidencia de la Comunidad de Madrid o a la Consejería de Educación de que contaba con evidencias de que el acta era falsa: “Una circunstancia estimado rector que no puede por menos que sorprender, puesto que dicha acta no había sido solicitada por nosotros. No obstante lo cual, procedimos a su distribución a los medios en base a que confiamos plenamente en que esta documentación era verdad, dada la fiabilidad que tenía para nosotros el remitente, que era tu propia Secretaría”, subraya la carta de Cifuentes.

DICE QUE NO COMETIÓ ILEGALIDAD

Añade Cifuentes que nunca trató de cometer ninguna ilegalidad, todo lo contrario, intentó atenerse a las reglas que marcaron desde el propio centro universitario. Como asegura en la carta: “Yo no he cometido ninguna ilegalidad y he cumplido los requisitos que la Universidad me puso para conseguir dicho título”.

Según la carta que publica okdiario, Cifuentes asegura que cuando dio comienzo el máster, ella podía amoldarse perfectamente a los horarios estipulados en el régimen del centro de estudios. “Me incorporé al máster porque inicialmente me encontraba en condiciones de cursarlo con plena dedicación, circunstancia que se vio alterada por mi nombramiento como delegada del Gobierno en Madrid, pudiendo continuar con el mismo al facilitar la universidad que prosiguiera los estudios, en unas condiciones flexibles para una persona que como yo”, explica.

Cifuentes reconoce que su nombramiento trastocó los planes con respecto a la forma de cursar la titulación, sin embargo, achaca a la universidad las facilidades que le dieron para poder continuar con los estudios hasta obtener, según la presidenta, el título que acredita que cursó el máster, según la información que publica este diario.

“A partir de determinado momento tenía obligaciones que me impedían seguir al mismo régimen académico que el resto de los alumnos”, señala la presidenta. Razón por la que “si me equivoqué, y en aquel momento debí rechazar las facilidades que me ofrecía la universidad, pido disculpas a cualquiera que haya podido sentirse agraviado.