El que fuera gerente de Prevención Laboral de Metro en el año 2003 y autor de un informe ese año en el que se advertía de la presencia de amianto en trenes y estaciones, Pablo Arranz, ha explicado, en la Comisión de Investigación de la Asamblea de Madrid, que las distintas secciones del suburbano conocían la presencia de amianto pero estaban convencidos de que se trabajaba con seguridad.
No obstante, en el caso de mantenimiento se procedió a "encriptar" por parte de esta propia sección con una pintura aislante las paredes de los cajones en los que estaba el dispositivo apagachispas en trenes como el modelo 5000 primera clase, pues era la situación que generaba mayor intranquilidad o "inseguridad". Por tanto, Arranz ha enfatizado que a partir de 2003 "nadie en Metro trabajaba con amianto".
Fuera de la asamblea ha habido concentraciones de los empleados que seguirán movilizándose y anuncian nuevos paros.
"Era un tema (la presencia de amianto) pacífico en Metro", ha subrayado el compareciente en su intervención en la Comisión de Investigación de Metro en la Asamblea de Madrid para recalcar que durante su etapa al frente de la Gerencia de Prevención de Riesgos Laborales no se le trasladaron requerimientos sobre este asunto.
POLÉMICO INFORME
El autor ha sido citado en relación al polémico informe sobre la presencia de amianto ya ese año de elementos con amianto en la red de Metro y que fue enviado a la Comisión Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo de Metro.
Ese documento reflejaba la presencia de amianto en 64 estaciones y 115 trenes de los modelos antiguos de Metro. Sindicatos han criticado que a pesar de ese informe no se tomaron medidas adecuadas para eliminar el amianto de la red.
El exgerente de Prevención de Riesgos Laborales de Metro ha señalado que no recuerda exactamente cuando se abordó la presencia de amianto en el Comité de Seguridad y Salud Laboral de Metro pero fue posterior a la elaboración del informe, pero estima que pudo ser por el año 2006 en relación al Real Decreto de Seguridad e Higiene sobre el amianto.
"Creo que en el Comité de Seguridad y Salud lo sabían", ha señalado, para incidir en que se realizó mucha formación en materia de prevención de riesgos laborales a delegados e incluso máster específicos al respecto.
En este sentido, ha insistido en que la presencia del amianto se tomó de "manera pacífica" y, en su opinión, no era una cuestión que generara inseguridad y que hubo inspectores de trabajo que pasaron por la compañía por entonces y no se advirtió al respecto.
"En Metro nadie estaba trabajando con amianto a partir de 2003", ha asegurado Arranz para subrayar que el registro RERA de empresas con amianto es de 2006 y que sin exposición a este material por parte de los trabajadores, no hacía falta inscribirse. El exdirectivo de Metro también ha incidido en que no hacía falta un protocolo y que se le transmitió que no había entonces ningún caso de enfermedad sobre el amianto.
Sobre la situación del cajón que recogía el dispositivo 'apagachispas', Arranz ha explicado que Mantenimiento e Ingeniería quería eliminar el amianto de las paredes de esta pieza pero que no encontraron ninguna, por lo que se procedió a utilizar una pintura aislante, "muy grumosa", para solventar cualquier incertidumbre. "Todos estaban convencidos de que no había ningún riesgo, cosa que yo respeté, todos estaban en disposición de hacer lo que fuera necesario para que los trabajadores tuvieran mayor seguridad", ha apostillado el exgerente en relación a las encuestas que se remitieron a las gerencias para elaborar el informe sobre el amianto.