El que fuera exconsejero de Presidencia de la Comunidad de Madrid Francisco Granados ha implicado por primera vez ante el juez a la expresidenta Esperanza Aguirre y a su sucesor en el cargo, Ignacio González, en las irregularidades en los contratos de la Administración autonómica. También responsabilizó a la actual presidenta, Cristina Cifuentes, de la que dijo que mantenía una relación "sentimental" con su antecesor, pero sin aportar prueba alguna.
Tras afirmar que las contrataciones estaban en manos de Aguirre y González, explicó que Eduardo Larraz fue nombrado consejero delegado de la empresa pública de suelo Arpegio por deseo expreso de Aguirre. Larraz está imputado por cobrar presuntamente comisiones de constructores a los que se adjudicaron parcelas del Plan Prisma. En su declaración, Granados insistió en que Aguirre era quien "lo supervisaba todo".
Agregó que este plan de viviendas reportaba ingresos a los ayuntamientos de Madrid, y cuando Aguirre pasó a presidir la Comunidad pidió que todos los trabajos los ejecutara la Administración autonómica y, por tanto, los ingresos también fueran a parar a sus arcas, porque "estaba harta" de dar dinero a los alcaldes y de que los ediles del PSOE no la invitaran a las inauguraciones.
Granados, que pidió declarar voluntariamente ante el juez del caso Púnica , Manuel García Castellón, aseguró que los nombramientos en la Comunidad de Madrid los decidían directamente la expresidenta Esperanza Aguirre y su sucesor, Ignacio González, "y no sé si en ese orden".
El exconsjero insistió en que Aguirre era conocedora de la financiación irregular del partido y que delegó toda la responsabilidad en el consejero delegado Eduardo Larraz, razón por la cual Granados se desentendió del funcionamiento de esta empresa, aseguró exculpándose.
RELACION SENTIMENTAL
En un momento de la declaración, Granados relató al juez la existencia de una supuesta "relación" de tipo "sentimental" entre Ignacio González y su sucesora y actual presidenta regional, Cristina Cifuentes, de la que no aportó ningún tipo de prueba.
Sobre la presidenta lanzó un manto de sospecha al insistir en que tuvo "poder decisorio" sobre la caja ‘B’ del PP, gracias a esa supuesta relación que habría mantenido con González.
Granados aseguró al juez que González y Cifuentes "mantenían un relación sentimental conocida por todos" en la Comunidad de Madrid e indicó que la actual presidenta madrileña era una persona de "toda confianza" de la cúpula del PP madrileño.
Francisco Granados defendió su actuación en todo momento sin admitir responsabilidad alguna en estas irregularidades y negando las acusaciones que sobre él vertió su exsocio David Marjaliza. Insistió en que el dinero que tenía en Suiza (1,6 millones de euros) procedía de actividades lícitas de compraventa en bolsa cuando trabaja en Crédit Lyonnais y que cuando traspasó esta cantidad a Marjaliza, éste le cobró una comisión de 200.000 euros.
ALTOS CARGOS DE LA TRAMA
Francisco Granados ha explicado en su declaración ante el juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón, que eran los expresidentes regionales Esperanza Aguirre e Ignacio González quienes controlaban directamente los nombramientos de los cargos al frente de la Comunidad de Madrid.
Según han informado fuentes presentes en el interrogatorio, el presunto cabecilla de la trama Púnica ha asegurado que en el caso de la extinta Arpegio, empresa pública del suelo vinculada a la trama, delegó su responsabilidad en el exconsejero delegado Eduardo Larraz, por orden directa de Esperanza Aguirre.
Larraz está investigado en la trama por las presuntas irregularidades en estas compañías y ya declaró en sede judicial para aclarar la procedencia de los 146 lingotes de oro, valorados en casi dos millones de euros, guardados en una cuenta en Suiza.
En relación al Programa Regional de Inversiones y Servicios de Madrid, conocido como Plan Prisma, Granados ha asegurado que Aguirre decidió controlar directamente los fondos de esta partida, de modo que las adjudicaciones de las obras pasaron a depender directamente de Presidencia de la Comunidad de Madrid.
Además, en un momento determinado de su interrogatorio, que ha comenzado a las 10.00 horas, ha afirmado que el expresidente Ignacio González y su sucesora en el cargo, Cristina Cifuentes, mantuvieron una relación sentimental, situándola entre los dirigentes con poder decisorio en Madrid. Francisco Granados declara a petición propia ante el titular del Juzgado Central de Instrucción número 6 por la pieza relativa a la presunta financiación irregular de la formación popular madrileña.
GRANADOS DICE AGUIRRE TENÍA UNA CAMPAÑA PARALELA PAGADA CON DINERO PÚBLICO
Francisco Granados ha afirmado que en las elecciones de 2007 y 2011 se estableció una estructura para reforzar las campañas de Esperanza Aguirre cuyos fondos cree que provenían de dinero público de la Comunidad de Madrid. Granados ha afirmado, en declaraciones a los periodistas tras su comparecencia, que el expresidente madrileño Ignacio González fue quien dirigió "en una primera fase" esa campaña "paralela de refuerzo" y que se pagó "a través de gastos de publicidad que se encargaban a empresas del ámbito de la Comunidad de Madrid".
Fuentes presentes en la declaración han indicado que Granados ha dicho ante el juez que intuye que el dinero para pagar esa campaña de manera supuestamente irregular provenía de fondos de publicidad del Canal de Isabel II y de la propia Comunidad de Madrid.
CIFUENTES DICE QUE ES RESPONSABLE DE SU GESTIÓN, NO DE ANTERIORES GOBIERNOS
Cristina Cifuentes ha afirmado que le da "exactamente igual" lo que diga Francisco Granados, "un presunto delincuente" que en su estrategia de defensa "quiere involucrar a todo el mundo", y ha insistido en que ella es solo responsable de su etapa de gestión, no de lo que hayan hecho gobiernos anteriores. La presidenta madrileña ha dicho que le da "exactamente igual lo que diga" un "presunto delincuente" que "ha salido de la cárcel y está viendo qué dice para poder librarse".
"Lo único que quiero respecto a Francisco Granados o a cualquier otra persona de mi partido o de cualquier otro partido que haya estado o esté en un procedimiento de corrupción es que la Justicia actúe cuanto antes, con total contundencia y con rapidez para que se deriven las responsabilidades", ha asegurado.
Cifuentes ha defendido su trayectoria política y personal, liderando la "tolerancia cero frente a la corrupción en el día a día", y ha recordado, por ejemplo, que fue su Gobierno quien puso en conocimiento de la Fiscalía las presuntas irregularidades en algunas compras de Canal de Isabel II durante anteriores etapas. "Soy una persona transparente, mi declaración de bienes -de no bienes- está ahí, no tengo nada, vivo de una determinada manera y no tengo absolutamente nada que ocultar. Lo único que espero es que la justicia actúe cuanto antes con todos los presuntos delincuentes, sean del partido que sean, aunque hayan pertenecido al PP", ha reiterado.
Ha insistido en que ella no había tenido responsabilidades de gestión, ni en el PP ni en ningún Gobierno, hasta hace dos años, porque a pesar de haber sido diputada "muchísimos años" no ha pertenecido "a ningún Gobierno: ni de Esperanza Aguirre ni de Ignacio González ni de Alberto Ruiz-Gallardón ni de nadie".