La Universidad Complutense de Madrid (UCM) tiene actualmente una deuda de entre 90 y 100 millones de euros, es decir unos 50 menos que hace tres años, según señala el rector, José Carrillo, en una entrevista con Efe.
Carrillo asegura que la situación financiera de la UCM, "a pesar de algunas noticias, está mucho mejor que hace un año y, desde luego, infinitamente mejor que hace tres".
Tras especificar que en los ejercicios de 2012 y 2013, lograron cerrar las cuentas con equilibrio presupuestario, e incluso superávit, explica que han conseguido reducir la deuda gracias un plan de eficiencia; gastar menos, y optimizar recursos.
A través del plan de pago a proveedores, el rector indica que la UCM refinanció 57,2 millones de euros a pagar en diez años, con dos de carencia, y un interés que ronda el 3,8 %.
Carrillo dice que la UCM actualmente debe 37 millones de euros a la Fundación de la Complutense, mientras que hace un año ese importe ascendía a 47 millones.
Además, según el rector, el monto de impagos es de unos nueve millones de euros, aunque puntualiza que esta cantidad varía en función de la época del año.
Sumando estas cantidades, Carrillo afirma que la deuda actual de la UCM está situada en una cifra entre los 90 y los 100 millones de euros.
"Un dato relevante es que hace un año nuestra Fundación General pagaba facturas o ocho o nueve meses y la Complutense a dieciocho. En este momento, la Fundación General paga las facturas al día y la Complutense a seis meses", agrega.
En cuanto al anticipo aprobado el pasado 26 de junio por el Gobierno de la Comunidad de Madrid de ocho millones de euros, Carrillo niega que sea para pagar nóminas, sino para abonar el IRPF.
"Pedir un aplazamiento del IRPF nos hubiese costado 1,6 millones de euros de intereses", dice el rector, quien indica que optaron por acogerse "a una cosa que viene en la ley de presupuestos, que es que cualquier entidad pública que recibe nominativa -dinero destinado al pago de nóminas- de la Comunidad de Madrid puede pedir un anticipo de hasta un 15 % de su presupuesto".
Tres años después de tomar posesión como rector de la UCM, destaca que no han recortado salarios ni se ha despedido a personal, aunque sí reconoce que no han podido renovar algunos contratos debido a la tasa de reposición cero fijada por el Gobierno.
Ante la reducción del dinero que reciben de la Comunidad de Madrid, Carrillo manifiesta que los estudiantes "han cargado con la mayor parte del recorte" a través del aumento de las tasas, que supone unos ingresos de cerca de 20 millones de euros más.
Otro elemento que, según él, ha significado "un ahorro de varios millones" son las jubilaciones, ya que las limitaciones de contratación impiden reponer plantilla (en el caso del personal de administración y servicios la tasa de reposición es cero, mientras que en el del personal docente y de investigación es del 10 %).
En su opinión, este recorte "tiene una contrapartida, que es un empobrecimiento en cuanto a recursos humanos, y la mayor parte de las facultades y departamentos ya están en números límite para atender la docencia que les corresponde".
De cara al futuro, Carrillo prevé que "si la financiación de las universidades sigue así", es porque "los gobiernos de turno han decidido políticamente no invertir en universidades, porque no es una opción económica, es una opción política".
En este sentido, apostilla que a las universidades madrileñas se les han recortado 150 millones de euros, mientras "están hablando de gastar 5.000 millones para las empresas privadas que han hecho las autopistas radiales".