Unas 200 personas, entre ellas el ganador del Premio Cervantes 2017, Sergio Ramírez, han reclamado hoy en la Puerta del Sol de Madrid el fin de la "represión insostenible" que se está viviendo en Nicaragua durante las protestas sociales, que han provocado al menos 10 muertos, según datos del Gobierno.
Sergio Ramírez, que mañana recogerá en Alcalá de Henares (Madrid) el Premio Cervantes de manos del rey Felipe, ha acudido a la concentración para "solidarizarse" con su pueblo, que ha demostrado, ha subrayado, "tener la valentía suficiente para protestar para que le devuelvan la libertad y democracia confiscadas".
"No podemos seguir aceptando que sigan asesinando a jóvenes en Nicaragua. Ya hemos pagado la cota de sangre suficiente", ha afirmado Ramírez, quien ha confiado en que este conflicto puedan resolverlo los nicaragüenses "sin intervención extranjera".
Al grito de "El pueblo unido jamás será vencido" o "Que viva Nicaragua", y con pancartas de "Repudio a la dictadura Ortega-Murillo" o "Daniel Ortega no nos representa", los manifestantes han clamado contra las reformas del Instituto Nacional de la Seguridad Social emprendidas por el Gobierno nicaragüense y contra la "violación de los derechos humanos" en su país.
Y han urgido al presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, a que "convoque elecciones libres y democráticas" porque son la única forma de "salir de la dictadura".
Algunos asistentes han apelado a la intervención de la comunidad internacional para que no permita "más baño de sangre" en el país centroamericano.
Así lo ha asegurado la escritora Gioconda Belli, para quien las protestas constituyen "la recuperación de la revolución" que les "robaron", aunque necesitan del apoyo de los gobiernos extranjeros, incluido el español, para poner fin a este "proceso kafkiano".
"La gente se ha cansado de los abusos, de la falta de democracia y libertad y de que hayan tratado de convertir el país en un feudo", ha censurado.
La gestora cultural Eliett Cabezas ha denunciado en declaraciones a Efe la situación "frustrante" por la que está atravesando Nicaragua.
Como ella, los ciudadanos de este país residentes en Madrid, algo más de 200 según los organizadores, han querido dar visibilidad a este conflicto y "plantar cara" al Gobierno de Ortega.
"Queremos pedirle al Ejecutivo español, que es amigo de nuestro país, que por favor pida al de Nicaragua que cese la represión y violencia y haga ya un alto al fuego porque hay ya 24 muertos" -según las cifras de organismos humanitarios-.
Además, ha censurado que "lamentablemente el Gobierno está impidiendo una cobertura mediática" de los sucesos, llegando incluso a cerrar "canales de televisión que no son de su línea editorial"; ha sido gracias a las redes sociales, ha añadido, que esto haya "reventado informativamente".