El cuerpo sin vida de Julen Roselló, el niño de 2 años que cayó a un pozo profundo y estrecho el pasado 13 de enero en Totalán (Málaga), ha sido localizado sin vida a la 01,25 horas de esta madrugada por los equipos de rescate.
El cuerpo de Julen estaba atrapado en un túnel de 25 centímetros de diámetro y 107 metros de profundidad perforado para realizar sondeos de agua.
Este rescate se considera el más complejo que se ha acometido en España, ya que decenas de máquinas, perforadoras y excavadoras han removido cerca de 83.000 metros cúbicos de tierra para excavar un pozo paralelo que llegase hasta el pequeño. Se ha activado la Comisión Judicial para investigar lo sucedido.
Minutos antes de hacerse pública oficialmente la noticia, en la vivienda donde estaban acogidos desde hace varios días los padres del niño se han vivido momentos de tensión y se han escuchado gritos de "¡otra vez no!, ¡otra vez no!", posiblemente en referencia al otro hijo, de 3 años, hermano mayor de Julen, que la pareja perdió hace pocos años.
Más de 300 personas han formado parte los últimos 13 días del dispositivo de rescate encargado de localizar a Julen en el pozo, entre ellas los ocho miembros de las Brigadas de Salvamento Minero de Hunosa que han horadado durante casi 32 horas los 3,8 metros de túnel de tierra y roca -en algunos tramos cuarcita, de gran dureza- para llegar hasta el lugar donde estaba atrapado el pequeño.
La dureza de las rocas ha obligado hasta en cuatro ocasiones a los guardias civiles del Servicio de Montaña, especialistas en espeleología y 'microvoladuras', a introducir cargas explosivas en los orificios de la roca para hacer pequeñas detonaciones y abrir camino a los mineros.
Fuera del área de trabajo, en Totalán, los padres, familiares y centenares de vecinos han aguardado con tensa expectación durante todo ese tiempo las noticias sobre el rescate, del que todo el país estaba pendiente por los medios de comunicación.