La portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, ha explicado en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, adelantado a este jueves, que esta medida se adopta para expresar "con toda contundencia y claridad" que el impuesto lo paga la banca.
Pedro Sánchez anunció este cambio normativo pocas horas después de que el pleno de la sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo decidiera, en un agrio debate y por 15 votos contra 13, que la tasa debía asumirla el cliente y no las entidades financieras, en contra de lo determinado en tres sentencias de mediados de octubre.
Incluso antes de conocerse la "controvertida" sentencia del Supremo, que atribuía a los clientes la tasa, el Gobierno había manifestado su voluntad de estar junto a los ciudadanos y prestar el apoyo necesario a las comunidades autónomas depositarias de este gravamen, ha dicho. Pero siempre "con todo respeto a la autoridad judicial", ya que el Gobierno ha cumplido con su deber dentro de su capacidad ejecutiva con este decreto, que entra en vigor desde este mismo 9 de noviembre tras su publicación en el BOE.
A partir de ahora, ha explicado Celaá, será la banca la que se haga cargo de la tasa, con lo que el Ejecutivo muestra una vez más su responsabilidad y su rapidez en la actuación "al estar junto a los problemas de los ciudadanos y su resolución", en un tema que afecta a millones de personas. Y es que la compra de vivienda es una cuestión en la que millones de personas "ponen la ilusión de su vida, es un proyecto vital", ante lo cual el Gobierno "ha mostrado su responsabilidad y rapidez en la respuesta actuando en 24 horas".
El impuesto, eso sí, lleva casi 25 años aplicándose con unos y otros en el poder. El Supremo ha abierto ahora un debate que no existía.
En todo caso, no parece que los bancos vayan a aceptar el pago sin más. Los expertos opinan que a los ciudadanos no les quedará más remedio que asumir costes adicionales. Los bancos ya hacen números...