- Compartir:
- Compartir en Facebook
- Compartir en Twitter
- Compartir en Whatsapp
- Compartir en Messenger
- Compartir en Messenger
El "inaceptable intento de secesión" se resolverá con valores democráticos
- Respaldo inequívoco de los líderes de las instituciones europeas al orden constitucional español
- Felipe VI garantiza que Cataluña "es y será una parte esencial" de España
El Rey ha asegurado hoy que Cataluña "es y será una parte esencial" de España, cuyas "legítimas instituciones democráticas" resolverán el "inaceptable intento de secesión" dentro del respeto a la Constitución. Felipe VI se ha referido a la situación en Cataluña en su discurso en la ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias celebrada en el Teatro Campoamor de Oviedo en presencia del jefe del Gobierno, Mariano Rajoy, y de las principales autoridades de la UE. "España tiene que hacer frente a un inaceptable intento de secesión en una parte de su territorio nacional y lo resolverá por medio de sus legítimas instituciones democráticas, dentro del respeto a nuestra Constitución y ateniéndose a los valores y principios de la democracia parlamentaria", ha dicho el Rey.
En su discurso durante la ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias, el jefe de Estado se ha referido así a la situación de Cataluña, la víspera de que el Consejo de Ministros ponga en marcha el artículo 155 de la Constitución para que las instituciones catalanas cumplan con la legalidad.
Este año el premio Princesa de Asturias de la Concordia ha sido para la Unión Europea y Don Felipe ha querido agradecer expresamente la presencia en el teatro Campoamor de los presidentes del Parlamento, del Consejo y de la Comisión Europea, además del presidente de su Tribunal de Justicia. "Simboliza, el compromiso, el apoyo y la solidaridad de las instituciones europeas con España, con nuestro sistema constitucional y con nuestro Estado Social y Democrático de Derecho", ha argumentado.
El Rey ha querido mirar también al futuro, afirmando que "la España del siglo XXI, de la que Cataluña es y será una parte esencial, debe basarse en una suma leal y solidaria de esfuerzos, de sentimientos, de afectos y de proyectos", que siga "alimentando" la "vocación universal" de España y el "legítimo orgullo de pertenecer a la gran realidad democrática que es Europa". De hecho, ha señalado que "ningún proyecto de futuro se puede construir basándose en romper la convivencia democrática" y "ningún proyecto de progreso y libertad se sustenta en la desafección, ni en la división, siempre dolorosa y desgarradora, de la sociedad, de las familias y de los amigos". "Ningún proyecto puede conducir al aislamiento o al empobrecimiento de un pueblo", ha advertido.
El jefe de Estado ha recordado la "decisión soberana" de los españoles de "convivir juntos en democracia", compartiendo "éxitos y fracasos, triunfos y sacrificios", que han unido a los españoles "en alegrías y sufrimientos". "No lo podemos olvidar. Como no queremos ni podemos renunciar a lo que juntos hemos construido, sumando las aportaciones de todos, que constituye un valiosísimo legado que a todos y cada uno nos pertenece por igual", ha enfatizado. Y ha añadido que ello "ha sido posible gracias a una España cimentada en el deseo sincero de convivencia y de entendimiento", pero también "en el respeto de las normas y de las reglas de la democracia" y "en reconocer con grandeza y generosidad los errores del pasado para no caer de nuevo en ellos".
Estos, años, ha insistido, han sido de una España en la que todos sus ciudadanos, independientemente de sus ideas o sus orígenes, " tuviesen la oportunidad de encontrar su lugar en paz y libertad, sin temores ni miedos a la imposición ni a la arbitrariedad, alejados del rencor y las fracturas".
También una España "abierta y solidaria", en la que todos los españoles pudieran reconocerse y en la que "los pueblos que la integran viesen protegidas, reconocidas y respetadas sus lenguas, sus culturas, sus tradiciones y sus instituciones", como "verdadero patrimonio" que identifica y enriquece a todos.
Don Felipe ha recalcado que esos son precisamente los valores que estuvieron en la razón de ser de la UE, y hacen que el proyecto europeo, a su vez, forme parte "del ser de esa España", una Unión que "trasciende a los Estados" con respeto a todas las identidades y sensibilidades y que siga avanzando "hacia una mayor integración y convergencia", que es "el signo" de los actuales tiempos.
Igual que la UE ha sido "referente" para España y para la consolidación de su democracia, ha incidido en que España será para la UE "un pilar esencial de apoyo y lealtad" ante los desafíos que afronta, con respeto a "las reglas de convivencia" y basándose en "tres principios europeos que también son indisociables: la democracia, los derechos fundamentales y el Estado de Derecho".
"En estos tiempos duros y difíciles que vivimos, es necesario más que nunca reivindicar los principios democráticos en los que creemos y en los que se sustenta nuestra vida en común", ha dicho al final de su discurso, añadiendo que los actuales "son tiempos para la responsabilidad" y que los ciudadanos "lo merecen". Los ciudadanos, ha finalizado, "desean convivir y progresar en paz y que diariamente ofrecen un ejemplo de sacrificio, entrega y compromiso con su país".
El Rey ha recordado que la UE nació para devolver a los ciudadanos "la esperanza de una vida digna, regida por la libertad, la democracia y el Derecho" y es un proyecto destinado a que los propios ciudadanos nunca se permitan "dar u paso atrás, hacia el sectarismo, la arbitrariedad y la división, hacia el horror".
"DEMASIADAS VECES SE NOS HA OFRECIDO EL PARAÍSO CAMBIANDO LAS FRONTERAS Y SE NOS HA LLEVADO A LOS INFIERNOS"
La situación política de Cataluña también ha estado presente en los discursos de los líderes europeos que han recogido el Premio Princesa de Asturias de la Concordia a la Unión Europea (UE).
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker ha defendido la necesidad de respetar el Estado de Derecho como uno de los principios básicos de la actual Europa, que hoy es "símbolo de paz, democracia y libertad". Esa paz, ha explicado, es fruto de la conquista "de todos los días". "La fuerza del Derecho es la fuerza fundamental de la Unión Europea" ha asegurado.
Por su parte, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, ha asegurado hoy que el diálogo es siempre mejor que el conflicto, que la ley tiene que ser respetada por todos los que participan en la vida pública y que la armonía es mejor que el caos.
Sin embargo, ha sido el presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, quien ha logrado poner pié al público asistente en el teatro Campoamor de Oviedo, al afirmar que uno de los pilares fundamentales para contribuir al futuro de la Unión Europea es no levantar fronteras entre los europeos. "Demasiadas veces se nos ha ofrecido el paraíso cambiando las fronteras, y se nos ha llevado con ello a los infiernos", ha dicho el político italiano.
Frente a "egoísmos nacionalistas", Tajani ha querido además poner en valor el principio de la solidaridad, de tal forma que la prosperidad beneficie a todos, incluyendo a los que más aportan. "Salimos de una de las peores crisis a las que nos hemos enfrentado. Vendrán tal vez otras. Hay algunos en Europa, populistas y nacionalistas, que gastan esfuerzos y recursos en separarnos. Mejor harían en trabajar por la concordia", ha argumentado.
Tajani ha ratificado que "es necesario recordar la importancia del respeto al Estado de Derecho". "Cuando el Tribunal de Justicia dicta una sentencia, se aplica y punto. A nadie se le ocurre en la Unión Europea saltarse las normas aprobadas entre todos", ha destacado el presidente del Parlamento Europeo, quien ha añadido a continuación que todos los tratados se pueden cambiar.
Tajani ha querido también destacar la importancia de la búsquedas de acuerdos a la hora de encontrar la mejor fórmula para bien común. "Darse cuenta de que defender nuestra unidad dentro de la diversidad nos hace más fuertes", ha explicado en un discurso interpretado en clave a la situación que se vive desde hace tiempo en Cataluña.
Tajani ha pronunciado sus palabras frente al Rey de España, Don Felipe, y el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, entre otras personalidades.