ELA

Jaime Lafita supera el reto del Valle de la Muerte para visibilizar la ELA

  • El vizcaíno, que convive con la enfermedad desde 2016, se enfrentó a esta aventura de nueve etapas en bicicleta tándem
  • El objetivo principal era reclamar el derecho a vivir dignamente de todas las personas que padecen la ELA, una enfermedad mortal sin fondos suficientes para su investigación
Cartel del reto del Valle de la Muerte que ha completado Jaime Lafita
Cartel del reto del Valle de la Muerte que ha completado Jaime Lafita |EUROPA PRESS

El vizcaíno Jaime Lafita ha superado el reto que se propuso de recorrer el Valle de la Muerte, en California, durante 9 días en bicicleta tándem, para pedir que se siga investigando la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) y recaudar fondos para la causa.

Lafita, que convive con la ELA desde 2016 y fundó la asociación DalecandELA, se enfrentó en esta aventura a temperaturas de entre 40 y -3 grados, rachas de viento huracanadas y puertos de montaña de más de 2.000 metros de altitud.

El objetivo principal era reclamar el derecho a vivir dignamente de todas las personas que padecen la ELA, una enfermedad mortal sin fondos suficientes para su investigación.

Pedaleando por el Valle de la Muerte: el duro reto de un enfermo de ELA
Pedaleando por el Valle de la Muerte: el duro reto de un enfermo de ELA
Pedaleando por el Valle de la Muerte: el duro reto de un enfermo de ELA

Pedaleando por el Valle de la Muerte: el duro reto de un enfermo de ELA

En la segunda etapa del reto, en la que había 108 kilómetros desde Tecopa hasta Badwater, y ante las dificultades de altas temperaturas y un desnivel de 1.000 metros, su hijo Álvaro le cogió el relevo sobre el tándem en el kilómetro 60 y pedaleó el último tramo para “entender la lucha de su padre para vivir cada día con la ELA”.

En la tercera etapa, que llevó al pelotón hasta la cima de Dante’s View, de 1.700 metros, no tuvo las fuerzas suficientes para subirse a la bicicleta con la que en 2021 llegó a Bruselas pedaleando desde La Rochelle, en Francia, para llevar “el grito de auxilio” de los enfermos de ELA al Parlamento Europeo. Sin embargo, en la cuarta etapa, Jaime volvió a subirse al tándem para coronar con fuerzas renovadas por la sorpresa que le dio su otro hijo, Diego, el puerto de montaña de GrandView, de 2.632 metros.

Lafita reconoció que tuvo miedo de no recuperarse, pero que con la ayuda de su familia, su fisioterapeuta y “el aliento de toda la comunidad de la ELA”, consiguió “darlo todo” para conseguir el objetivo que se había marcado.