Tomarse un ibuprofeno antes de irse a dormir después de una noche de copas.
Es un remedio que cada vez se utiliza más para intentar mitigar la resaca del día siguiente.
Sin embargo los médicos alertan de los riesgos que puede tener para la salud, porque el antiinflamatorio daña la mucosa gástrica y además puede potenciar los efectos de la bebida.