Los Mossos d'Esquadra arrestaron el mismo miércoles al sospechoso, expareja de la desaparecida Mónica Borrás, y le trasladaron al piso en la calle Volta de Tarrasa, donde finalmente encontraron el cadáver de la mujer con la ayuda de un georradar y varios picos tras remover la tierra de una zona ajardinada de la vivienda que Borrás compartía con su ex pareja.
Se derrumba
En presencia del titular del juzgado número 1 de violencia machista de Tarrasa y con el cuerpo de la mujer a la vista, Jaume Badiella se derrumbó y confesó el crimen.
Agentes de los Mossos d'Esquadra custodian desde primera hora de este jueves la puerta del domicilio a la espera de practicar el levantamiento del cuerpo junto a una comitiva judicial.
La desaparición de Borrás, de 49 años, fue denunciada en Tarrasa en agosto de 2018 por el ahora autor confeso del crimen, lo que motivó que los Mossos d'Esquadra abrieran una investigación con el fin de localizarla y difundieran su fotografía y descripción física, apelando a la colaboración ciudadana.
Cuando la mujer fue vista por última vez con vida no llevaba consigo ni su bolso, ni su teléfono ni su documentación personal y tampoco consta que utilizara su vehículo, lo que hizo pensar a los Mossos d'Esquadra que podía tratarse de una desaparición en contra de su voluntad.