Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid y de la Complutense han desarrollado una metodología que predice con más antelación las crisis en enfermedades crónicas, como las migrañas, hasta 40 minutos antes de que se produzcan, permitiendo adelantar la ingesta de analgésicos.
El estudio, en fase piloto, ha sido desarrollado por el Centro de Simulación Computacional de la Politécnica y emplea redes de sensores inalámbricas no invasivas en el cuerpo humano, que analizan señales biométricas como la temperatura superficial de la piel, sudoración, ritmo cardiaco y saturación de oxígeno, entre otros.
Los investigadores, en colaboración con la Unidad de Cefaleas del Hospital de la Princesa, han utilizado un dispositivo comercial de monitorización ambulatoria para el que han desarrollado algoritmos de predicción que mejoran en hasta en 10 minutos los modelos que se habían obtenido hasta la fecha.
La migraña es una enfermedad neurológica que afecta alrededor del 15% de la población europea y que genera grandes costes a los centros de salud públicos y privados, según explica la UPM en un comunicado.
Un horizonte de predicción de unos 40 minutos se considera tiempo suficiente para "actuar y aliviar el dolor" anticipando la ingesta de medicamentos, y además podría ser aplicado para otros de enfermedades crónicas.
Los investigadores presentan además "una estrategia de selección de modelos robusta basada en el estado de los sensores del equipo de monitorización" y acorde a los criterios deseados de calidad de la predicción, añade la nota.
"Con la metodología que proponemos se puede ajustar la predicción a un compromiso entre lo conservador (calidad en la predicción), o lo osado (primando el tiempo de adelanto y aumentando la incertidumbre), dependiendo de la disponibilidad de los sensores en cada momento", señalan los autores.
Los resultados de este estudio piloto indican que los modelos podrían ser adaptados a las características de cada paciente, según la investigación publicada en el Journal of Biomedical Informatics.
Esta nueva metodología se podría aplicar en otras crisis sintomáticas en que la predicción de un evento permita tomar decisiones que mitiguen los efectos, como por ejemplo "la monitorización ambulatoria de pacientes ingresados por un ictus que podría reincidir", concluye la UPM.