Rosa cocinaba con su olla exprés cuando explotó. Sufrió quemaduras de segundo grado. Por fortuna ha logrado curarse completamente, pese a que le quedan aún marcas visibles donde sufrió las quemaduras, en manos y piernas.
Al menos una vez al mes la Unidad de Quemados del Hospital de Getafe recibe a una persona que ha sufrido un accidente de este tipo. Este hospital público está gestionado por el gobierno de la Comunidad de Madrid y es famoso a nivel nacional por su unidad de quemados. José Luis Fernández Cañamaque, cirujano plástico y uno de los responsables de la Unidad de Quemados del Hospital Universitario de Getafe, explica a Telemadrid los cuidados que deben recibir este tipo de pacientes.
Cocinar con la olla a presión es rápido y sano. Permite hacer deliciosas recetas en menos de la mitad de tiempo, y conservando las vitaminas de los alimentos, pero su manejo no está exento de riesgos, sobre todo si no se siguen las instrucciones. Sobre sus peligros y la forma de evitarlos nos aconseja Antonio Novillo, bombero instructor APTB.
PRECAUCIONES EN SU MANEJO
Por ejemplo, hay que asegurarse siempre de que las válvulas de seguridad no estén obstruidas y que permitan la salida del vapor de forma adecuada. No hay que llenar la olla por encima de dos tercios de su capacidad total porque siempre, explica, hay que dejar espacio para la ebullición del líquido, la expansión de los alimentos al irse cocinando y la espuma que se produce. De esta manera, no se obstruirá la válvula y se permitirá una cocción más natural.
Los bomberos explican los daños que puede causar la explosión de una olla a presión y las precauciones que hay que tomar. Entre ellas saber que cuando ha terminado el proceso de cocción y la olla ha perdido toda la presión, es recomendable dejarla reposar entre 15 y 30 minutos, hasta que pierda el calor. Después, ya se puede abrir despacio y, sobre todo, evitar ponerla bajo el chorro de agua fría. No es aconsejable someterla a cambios bruscos de temperatura.