Los familiares de las personas desaparecidas en España, 12.330 según las alertas activas a fecha de 31 de diciembre de 2018, piden más recursos humanos y materiales para dejar de ser "invisibles" ante resto de la sociedad y porque "toda persona tiene derecho a ser buscada".
Así lo manifestaron a Servimedia coincidiendo con la conmemoración del Día Nacional de las Personas Desaparecidas sin Causa Aparente, que tiene lugar este sábado, 9 de marzo. Una de estas personas es Francisca Cadenas, vecina de Hornachos (Badajoz) que desapareció en la noche del 9 de mayo de 2017 y cuyo hijo pequeño, José Antonio Meneses, defiende que algo "se está haciendo mal cuando hay tantas personas desaparecidas", un golpe "para el que nadie está preparado".
"Pasan los días y sigues ansioso por saber qué pasó, por qué y cómo", abundó, al tiempo que reconoció que no tener respuestas "te va matando día a día y es lo que más daño te hace". Su historia ha quedado reflejada en el libro 'Lucharé por encontrarte. Crónica sentimental sobre la desaparición de Francisca Cadenas', obra de Jaime Corvasí, profesor de Literatura de Meneses que aborda en ella las "diferentes etapas que atraviesa una persona con un familiar desaparecido".
El autor será uno de los galardonados este sábado por la Fundación QSD Global en la gala de los IV Premios 9 de Marzo por los Desaparecidos, acto al que acudirán 25 familias de personas desaparecidas. Una de ellas es Jesusa Sánchez, hermana de María Dolores Sánchez, a la que el 24 de julio de 1990 "se la tragó la tierra" en Medina del Campo (Valladolid) antes de coger el tren que la llevaba a su trabajo en Valladolid.
Al igual que José Antonio, Jesusa también exigió que los familiares de una persona desaparecida reciban ayuda para buscar "desde el primer momento", que les "escuchen" y les den "voz" porque "nadie está libre de pasar por esto" y los desaparecidos "tienen nombre y apellidos".
QUIÉN SABE DÓNDE
El caso de María Dolores es uno de los que abordó Quién Sabe Dónde , programa dirigido y presentado por Paco Lobatón y que, en buena medida gracias a la colaboración ciudadana, logró resolver en algún sentido alrededor del 70% de los casi 2.000 casos tratados.
Para el actual presidente de QSDglobal, dedicado "a pleno pulmón" desde 1992 a lo que considera una "causa", al no existir "una evidencia de muerte, hay esperanza de vida", que, según su criterio, "es el motor que mantiene vivas a las familias que pasan por esta circunstancia".
Lobatón está convencido de que el "éxito" en la búsqueda depende "en un porcentaje altísimo de que se produzca de manera inmediata" y demandó que todas las víctimas "sean tratadas de una forma más equitativa" puesto que, en algunos casos "se despliegan recursos muy importantes y para otros, ni siquiera los suficientes".
Un "agravio" que, a su entender, "se paliaría" con más información sobre el curso de la investigación y, principalmente, con un incremento de efectivos y recursos destinados a este tipo de búsquedas y la creación de unidades especializadas y "unificadas" que incluyan a todos los cuerpos policiales y de seguridad del Estado.
Además, para el periodista también debe "erradicarse" la "presunción de voluntariedad", que debe ser "probada, no presumida", para no añadir más dolor a este "drama social y de envergadura, por las cifras y por el sufrimiento que comporta". "La respuesta solo se puede dar de forma consistente investigando, y esa investigación no existe", espetó a través de una aseveración especialmente válida, según el presidente de QSDglobal, en el caso de las personas mayores, que resultan "invisibles" y cuya muerte, en muchos casos, "es absolutamente evitable".
En esta lucha para "visibilizar" a las personas desaparecidas también está involucrada SOS Desaparecidos, cuyo presidente, Joaquín Amills, denunció cómo, "todos los valores en los que uno cree, justicia, libertad, seguridad, fallan en el momento en que no tenemos herramientas para conocer la verdad".
Con todo, ensalzó "avances" como la creación del Centro Nacional de Desaparecidos que valoró como "un orgullo" cuando hace décadas "la propia sociedad daba la espalda a este hecho, por triste y doloroso y por impotencia".
Junto a otras cuatro organizaciones europeas, SOS Desaparecidos participa en un programa para "unificar criterios y analizar qué está fallando" porque aún "queda mucho camino por recorrer".
Una tesis compartida por la juez de lo penal y escritora Graziella Moreno, autora de 'Invisibles', libro que dedica "a aquellos que desaparecen sin dejar rastro y aquellos que no renuncian a encontrarles. Los profesionales de los juzgados "también sufren mucho porque quieren dar respuesta y no pueden", sostuvo, para, acto seguido, exigir "mayor sensibilidad social frente a este problema".
ESTATUTO DE LA PERSONA DESAPARECIDA
Entre las principales aspiraciones de familias y profesionales está la aprobación del Estatuto de la Persona Desaparecida que, aunque con "cautela", las víctimas consideran "esencial" para que estos casos "no sean sistemáticamente archivados o sobreseídos, como ocurre ahora".
El objetivo inicial era registrar un primer borrador del estatuto coincidiendo con el 9 de marzo por lo que el fin de la legislatura sitúa a las familias "frente a un compás de espera" que la mesa de trabajo, integrada por familiares, asociaciones, Ejecutivo y grupos parlamentarios, aprovechará para "profundizar y completar el documento" en torno a una figura que puede convertir a España en "punto de referencia".