En la calle Huertas encontramos un rincón verde en pleno centro de la ciudad. Es el Jardín del Ángel que comenzó siendo un quiosco adosado a la iglesia de San Sebastián, allá por 1889.
Este pequeño pulmón urbano fue la primera floristería de Madrid y hoy en día conserva la estructura original del antiguo comercio, lo que le da aún más encanto. En el patio podemos disfrutar de su olivo, que es el más antiguo de la ciudad.
El Jardín del Ángel tiene incluso su hueco en la literatura. Benito Pérez Galdós se refirió a este lugar en su obra 'Misericordia' porque antes de floristería, fue un pequeño cementerio donde fueron enterrados ilustres personajes como Lope de Vega.